Las caras de la solidaridad

Tamara Rivas Núñez
Tamara Rivas A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Luis Álvarez y Pablo Castells hablaron de sus proyectos «Colores de Camerún» y «El loco de la colina»

10 may 2011 . Actualizado a las 11:02 h.

Para llevar a cabo un proyecto solidario es necesario tener «ganas y paciencia», algo que poseen tanto Luis Álvarez (Ourense, 1976) como Pablo Castells (Barcelona, 1977) y que les ha llevado a emprender sus propias iniciativas solidarias en África y en la India. Ayer lo contaron en el centro Namasté.

Pablo se fue a la India en el 2004 buscando un viaje que le permitiera conocer un nuevo país y que tuviera también un interés social. «Al volver a Barcelona me dije ??esto no puede quedar aquí??, ahora empieza mi viaje, -explica- y creé el proyecto Locos de la colina para contar mi experiencia y promover la locura solidaria».

Una acción solidaria tiene que ser efectiva y para ello «es necesario conocer el contexto e identificar los problemas», explica Luis. Las dificultades a las que se enfrenta en África van desde las sequías hasta las enfermedades como el SIDA que afectan a un 10% de la población. En la India son otras, pero desde la ONG Streets of India tienen claro que su objetivo es ayudar a la gente que vive en las calles del país.

Su función no se queda en la acción directa. Además deben ser capaces de motivar a un equipo de trabajo, ya que según Pablo, «la buena comunicación es parte del éxito porque si no entiendes lo que quieren, ni ellos entienden lo que tú puedes darles, la cosa no funciona».

El trabajo solidario es algo que siempre tienen presente. «Cuando estoy en España me acuerdo de alguna de obligaciones que tengo en Camerún y eso, además de crearte presión te marca un calendario», cuenta Luis. En España su trabajo es distinto y consiste en comunicar el proyecto, sensibilizar a la sociedad y captar fondos.

Más voluntarios

Aunque la crisis ha provocado que estos proyectos solidarios no cuenten con las aportaciones económicas de las que disponían, se han beneficiado de otro modo. «La crisis ha ayudado a muchas oenegés, porque la escasez de ayuda económica ha provocado la entrada de otro tipo de recursos como los humanos», asegura Luis. Dependiendo de la fase en la que esté cada proyecto es necesario un tipo u otro de ayuda. «La ayuda económica es importante, pero no lo es todo -explica Luis- también es necesaria la implicación y los consejos que te puedan dar».

El voluntariado es fundamental para llevar a cabo proyectos de este tipo y «la formación no es necesaria ya que la vas consiguiendo a base de tropezar», dice Pablo. Los cooperantes tienen que tener una capacidad de trabajo grande, pero «para conseguir el efecto exponencial nosotros debemos conocer la actitud del voluntario», explica Luis.