El conflicto laboral entre el personal y la empresa de ambulancias Ambugallegas perjudica seriamente a los usuarios de los vehículos sanitarios de la zona de la Costa da Morte.
Ayer, una paciente, Delfina Filgueira, de unos 70 años, salió de su casa de Entrecruces, Carballo, a las siete de la mañana. A las 11.15 horas finalizó su sesión de diálisis en el hospital San Rafael. Una ambulancia de Ambugallegas la llevó al Santa Teresa, y eran las seis de la tarde cuando estaba esperando a que finalizaran sus terapias otras vecinas para volver a su casa. Carmen Barca, de Carballo, tuvo que pagar 80 euros a un taxi para que la trasladase a A Coruña, y a Mercedes Porteiro, de Baio, la tuvo que traer un familiar.
Mientras tanto, los trabajadores continúan sin cobrar y la empresa les dice que no puede pagar porque el Sergas le adeuda 230.000 euros.