El avión que realizó el traslado del «Guernica» a Madrid será la pieza estrella del Museo de la Ciencia
22 jul 2009 . Actualizado a las 11:37 h.Las primeras piezas de la estrella principal del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt) ya están aquí. Se trata del morro y los laterales de los primeros 14 metros del Boeing 747 Jumbo Lope de Vega, que llegaron despiezados desde Madrid en un traslado que está previsto que finalice esta noche. «Es la parte de la cabina, que viene escoltada por la Guardia Civil. Las partes que trajeron hoy podían venir sin esa protección», aclara Ramón Núñez, el director del museo.
Para los trabajos están siendo necesarias ocho personas. Cuatro de ellas llegan desde Madrid con el material. A mayores, hay dos hombres más, encargándose de las grúas necesarias para el desplazamiento de las partes y otras dos para la obra. La operación es harto dificultosa, ya que se trata de piezas de gran peso (alrededor de los 500 o 600 kilos) que han de ser colocadas en la planta primera del recinto. Una una vez allí se procederá al ensamblaje y soldadura para recomponer la nave troceada a su estado original.
Tras ello, tal y como precisa Núñez, se va a equipar el interior de lo que sería la clase preferente y la cabina con todos los relojes, mandos y dispositivos. Posteriormente, se harán trabajos de restauración en cuanto a tapizados, alfombras, etcétera. Para recrear con toda fidelidad de la atmósfera. Ya por último, será el turno para la musealización de la pieza con los correspondientes carteles. La duración de los trabajos está previsto que llegue a los dos meses.
Pero antes de ello, queda la particular odisea que tendrá que padecer la cabina del avión. Se trata de la parte que obligatoriamente ha de venir escoltada y, por sus características, ha de someterse a las diferentes normas de las comunidades autónomas.
Ramón Núñez lo detalla: «Los camiones salieron ayer -se refería al lunes-a las once de la noche, debido a que en la Comunidad de Madrid no se puede circular de día con este tipo de transporte. En la ruta no pudo pasar por el túnel de Guadarrama, por lo que lo hizo por el alto de los Leones, pero al llegar a Ávila hubo que detenerse. Allí ya funciona otra normativa contraría a la de Madrid: aquí solo pueden circular convoyes de este tipo por el día».
«Desde Ávila tuvieron que arrancar por la mañana del martes -continúa relatando Núñez- hasta que más adelante se corta la autovía por unos desprendimientos. Se sale, pero tras coger el desvío solo se puede circular de noche».
72 millones de kilómetros
Ramón Núñez señaló que lo que se podrá ver en el museo tiene una cifras de vértigo. Tras estar 20 años en funcionamiento, se calcula que ha hecho unos 12.000 vuelos, cubriendo un total de 72 millones de kilómetros, «la mitad de la distancia de la tierra al sol».
El principal atractivo de los visitantes que acudan al museo para ver el avión será, sin duda, poder sentarse en la cabina de pilotaje de un Boeing 747. Pero además de ello, también se podrán contemplar las cajas negras, el radar, las alas y una turbina. «No hay en España nada parecido en ningún museo», asegura Núñez.
El acceso al avión se hará desde la primera planta del museo. Dentro de la nave, en la que se instalarán 20 butacas, se proyectará un breve documental de la historia del avión, sobre el traslado del Guernica y cómo se hizo. Luego, tocará la visita de la cabina, y a su término, los espectadores saldrán por unas escaleras a la planta segunda. Pero para eso aún hay que esperar hasta el 2011.