Renfe se ha visto forzada esta semana a poner autobuses entre A Coruña y Santiago debido a las obras del AVE que se llevan a cabo en la variante Ordes-Queixas. Los trabajos sólo afectan a ocho trenes diarios -el resto circula con normalidad y cumpliendo sus horarios-,?cuatro con destino a Compostela y otros tantos con final en San Cristóbal. En total, Renfe estima que alrededor de mil pasajeros se vieron afectados diariamente por esta medida.
La empresa responsable de la obra distribuyó su trabajo «minimizando al máximo» la circulación, según afirman desde la compañía ferroviaria. Así, de los 17 trenes que parten todos los días hacia Santiago desde la estación de San Cristóbal, sólo cuatro se ven afectados por las obras. Los mismos que hacen el recorrido entre Compostela y A Coruña.
Estos trabajos forman parte de la entrada en servicio próximamente de la variante Ordes-Queixas, que forma parte del proyecto ferroviario de Fomento en el eje atlántico. Ese plan obligó, por otra parte, a dejar fuera de servicio el apeadero de Gorgullos-Tordoia.
Los pasajeros de Renfe que ayer se vieron obligados a viajar en bus se mostraban resignados. La gran mayoría dice escoger el tren «por mayor comodidad» y por tratarse del transporte «más barato». Pero de repente los subieron a un autobús. «A min gustaríame viaxar en tren porque vou máis cómoda, pero sin non hai outro remedio...», comentaba una pasajera que llegaba ayer procedente de Santiago a la una de la tarde.
A otro viajero le hubiese gustado que Renfe hubiese anunciado en prensa los cambios, pues se quejaba de haberse el problema en la estación. «Si hubiese sabido los horarios, viajaría a otra hora, pues no me gusta el bus». De lo que se quejaban muchos era de la cantidad de obras que están afectando a la línea en los últimos meses. «Y lo que queda», decía uno.