El pulso de la ciudad La infanta Elena y Jaime de Marichalar presidieron la inauguración de la exposición «El Quijote de Carlos III» en el Kiosco Alfonso y después fueron a cenar a La Iebolina
16 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.?Que bonito es este edificio». Fueron las primeras palabras que pronunció la infanta Elena cuando a las siete y media en punto bajó del coche oficial en compañía de su esposo, Jaime de Marichalar . Una vez en el Kiosco, se quitaron los abrigos y empezaron los comentarios de los asistentes sobre el modelo que lucían unos y otros. Doña Elena eligió un traje de chaqueta pantalón de terciopelo marrón chocolate con adornos en negro. «Es el color que se lleva ahora», comenta, en plan asesora de imagen, una de las personas que se acercaron para ver de cerca y aplaudir a los duques. Eran un centenar a la llegada y una veintena hora y media después cuando abandonaron el edificio. Hacía frío. Zapatos de raso, blusa blanca con chorreras, broche en la solapa, pendientes de perlas y su tradicional trenza con un precioso prendedor de nácar completan el vestuario. Marichalar apareció con un traje azul con chaleco, zapatos de hebilla, reloj de bolsillo y varias pulseras, de acero y de azabache. Bastante discreto. Amigos e invitado s Media hora antes de la llegada de los duques de Lugo ya estaban las autoridades a la puerta del Kiosco. Francisco Vázquez, Manuel Ameijeiras, José Luis Méndez Romeu, Jesús Souto, Javier Losada, Obdulia Taboadela y Juan Yagüe , el comandante militar, entre otros, recibieron a los ilustres visitantes. De la oposición municipal acudió Henrique Tello pero sorprendió la ausencia de representantes del PP. Ni uno. La comitiva recorrió la magnífica exposición con el coruñés César Antonio Molina , director del Instituto Cervantes, como maestro de ceremonias. Santiago Rey Fernández-Latorre , presidente de La Voz de Galicia, el presidente de la Confederación de Empresarios, Antonio Fontenla , y el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez , entre otros, también se deleitaron con los cuadros y tapices. Saludé a Carmen Sánchez Castro , la madre de César Antonio, y a Mariola Suárez , la próxima cronista oficial de la ciudad. ?a sin cámaras, los duques de Lugo fueron a cenar al restaurante La Iebolina invitados por el alcalde. Entre los que sentaron a la mesa estaban el coruñés y ex jinete Javier Valiente , amigo personal de la infanta, y su esposa Victoria Varga . ?a instalación de los jardines, el Kiosco Alfonso, debe su nombre a Alfonso XIII. A Coruña conmemoró así una visita del monarca a la ciudad en 1913, siendo alcalde José Folla. Es decir, la infanta inauguró una exposición sobre Carlos III, de la que también es descendiente, en el palacio de su bisabuelo. «Aquí siempre me tratáis muy bien», comentó antes de subir al coche oficial.