El constructor de A Coruña

Carlos Fernández A CORUÑA

A CORUÑA

BLANCO

Ingeniero y empresario, se destacó por impulsar el asociacionismo en defensa de la ciudad

11 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Pocas personas ganarán a Juan María Martínez Barbeito en coruñesismo, demostrado a través de los cargos que ha tenido durante su larga y fecunda vida. Nacido en A Coruña en abril de 1911, cursó el bachillerato en el instituto Eusebio da Guarda y viajó a Barcelona para estudiar Ingeniería Industrial, efectuando los últimos años de la carrera en Madrid, donde se alojó en la famosa Residencia de Estudiantes. En enero de 1936 se fue a Cataluña, donde trabajó en la fábrica Pirelli de Villanueva y Geltrú, donde le sorprendió el alzamiento contra la República del 18 de julio. Permaneció cerca de dos años trabajando en la fábrica, aunque finalmente terminó enrolado en las filas del Ejército Popular, aunque no participase en acciones bélicas. Al término de la Guerra se presentó en A Coruña y, al estar movilizada su quinta, quedó integrado en el Ejército, siendo destinado a la Jefatura de Obras y Fortificaciones. En 1940 creó la empresa Construcciones Martínez Barbeito, que durante varias décadas efectuaría en A Coruña y en Galicia numerosas obras, entre ellas la Escuela de Náutica, la basílica de San Pedro de Mezonzo, la Escuela de Formación Profesional Acelerada, la Cámara de Comercio, la factoría de la Coca-Cola, las iglesias de Oleiros y Meirás, el Albergue de la Marina Española de Sada... En 1965 la empresa se transformó en sociedad anónima y prosiguió con diversas obras, como la sede del Banco del Noroeste, en la avenida de Linares Rivas, y Talleres Grafinsa, en Vigo. En febrero de 1968 fue elegido vicepresidente de la Cámara de Comercio, ocupando la presidencia al año siguiente, permaneciendo en el cargo hasta enero de 1976. En 1972 fue de los fundadores, y posteriormente vicepresidente, de la asociación Amigos de La Coruña, que intervino en numerosas propuestas de mejoras y campañas de defensa de la ciudad. Miembro vitalicio del Club Los Leones, escribió un libro titulado Gente de la ciudad , que era una exaltación de A Coruña a través de sus más significados personajes. También, dentro de la actividad literaria, hay que citar que la novela de su hermano Carlos, Las pasiones artificiales , con la que llegó a la final del Premio Nadal, está dedicada a él. Dice así: «A mi hermano Juan María, en quien revive el gran corazón de nuestro padre». A ello hay que unir que su madre, María Barbeito, fue una de las grandes pedagogas sociales de Galicia en el siglo XX.