El glamour de Sissi inunda A Coruña

Pablo Portabales
PABLO PORTABALES A CORUÑA

A CORUÑA

XURXO LOBATO

La sociedad coruñesa en pleno asistió a la inauguración de la gran exposición sobre la vida de Isabel de Austria

06 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Casi toda la ciudad, Boris Izaguirre, y algún que otro austríaco, se dieron cita en la inauguración de la exposición sobre Sissi. Alfonso Guerra tuvo suerte. Como tenía compromisos políticos a la hora de la puesta de largo de la muestra, fue dos horas antes y la visitó con total tranquilidad en compañía de Francisco Vázquez. A las 12.30 dieron un paseo desde el Kiosco Alfonso hasta la Fundación Barrié. El líder del guerrismo quería echar un vistazo a una magnífica exposición sobre el Yemen. Una anécdota. Pagó de su bolsillo el catálogo a pesar de la resistencia del alcalde. Boris llegó tarde a los discursos y aprovechó la coyuntura para adelantar al resto de invitados y acercarse al Kiosco. Muy concentrado en el momento Sissi, y con unos originales zapatos amarrillos, disfrutó de lo lindo. Fraga, Pérez Varela, Arsenio Fernández de Mesa, Fernández Moreda, José Nogueira, Belén do Campo y Antonio Couceiro, fueron algunos de los muchos políticos que hicieron un alto en la campaña electoral para darse un baño de cultura. Saludé al director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y al cónsul de Estados Unidos, Marcelino Fuentes, que me presentó a Julio Rivero, otro hombre de la Caixa. Ayer estaban casi todos. Estreché la mano de Antonio Fontenla, Javier Ozores, Manolo Folgueira, Gabriel de Llano y Ángel Ron, situado al lado de otro prohombre de la medicina como Ramón Cobián. También vi a Gerardo Porto, a José Freire, y a algunos de sus familiares, y al director del museo Arqueológico, José María Bello, entre otros muchos. Descubrí a la guapísima joven Montse Fernández Seoane, que tiene un gran parecido con Sissi. Es cantante de jazz en la escuela municipal. Por la tarde cambié una emperatriz por una princesa. La coruñesa Vanessa Rico llevó al altar a nuestro compañero Laureano López. La ceremonia religiosa tuvo lugar en La Colegiata, y la cena posterior en el Náutico de Sada. Qué felices.