Javier Cudeiro: «Debemos ser primera línea defensiva contra la majadería pseudocientífica»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

Cudeiro impulsará la divulgación de la investigación para luchar contra los falsos tratamientos de embaucadores

24 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Tenemos que hacer visible la ciencia a la sociedad». Este será uno de los principales objetivos de Javier Cudeiro Mazaira como presidente electo de la Sociedad Española de Neurociencia, una de las principales agrupaciones científicas del país. Este catedrático de Fisiología en la Universidade da Coruña y director del Centro de Estimulación Cerebral de Galicia sabe bien de lo que habla, ya que tanto él, como director del grupo de Neurociencia y Control Motor (Neurocom), como otros miembros del equipo, como Xurxo Mariño o Casto Rivadulla, son uno de los grandes referentes de la divulgación. Pero solo con su ejemplo no llega.

-Uno de sus objetivos como presidente de la SEN es estrechar la colaboración entre los jóvenes científicos. ¿Por qué?

-Porque hoy en día, ya desde el doctorado y las primeras etapas del posdoctorado, los científicos jóvenes se ponen en primera línea de fuego. Son muy competitivos y ya desde el primer momento quieren publicar en las grandes revistas científicas o presentar sus trabajos en congresos internacionales. Y no estoy diciendo en ningún momento que esto sea malo, pero se están perdiendo de alguna forma la infancia investigadora, la labor de mentorización. Entiendo que es necesario que los jóvenes científicos que trabajan en España estrechen sus relaciones y que la sociedad les ayude a formarse. Luego ya darán el salto fuera.

-Otra linea prioritaria será fomentar la divulgación científica.

-Sí. Las sociedades científicas debemos ser la palanca que impulse la divulgación científica. En nuestro caso tenemos que hacer llegar a la gente de la calle qué es lo que pasa en el cerebro, qué expectativas hay en la cura de enfermedades... En definitiva, tenemos que rendirles cuentas, por que es quien realmente paga nuestra investigación.

-¿Se trataría de formar también una cultura de apoyo a la ciencia?

-Sí. Otra de nuestras ideas es formar un lobby científico para influir en la sociedad y en los políticos, para influir en los presupuestos que siempre son míseros y rácanos para la ciencia. Tenemos que explicar a la gente la importancia de invertir dinero en ciencia para que el país sea grande, aunque no sea a corto plazo.

-¿Es paradójico que en un momento en que cada vez hay más divulgación científica haya aún mucha gente que se deje engañar por la pseudociencia, con terapias estrambóticas?

-Sí. Por eso los científicos y las sociedades científicas tenemos que ser la primera línea de contención contra las majaderías de la pseudociencia. Tenemos que ofrecer una respuesta contundente a embaucadores como Josep Pàmies y gente de esta clase, contra los mercachifles que día sí y día también nos venden sus productos mágicos y milagrosos. Tenemos que denunciar todas las barbaridades que se digan, y esto algo que no hemos hecho bien.

«Tenemos que hacer visible la ciencia a la sociedad, explicar lo que hacemos a la gente de la calle»

-¿La desinformación de alguna gente es su caldo de cultivo?

-La desinformación y la desesperación de la gente. Toda esta gente juega con la salud y la esperanza de la gente para ganar dinero, y esto es algo intolerable.

-En el campo de la neurociencia, ¿cuáles son ahora algunas de las grandes prioridades?

-Conocer mediante el uso de biomarcadores qué es lo que define realmente a un cerebro sano y cuándo deja de estarlo. En todas las áreas de la biomedicina se está realizando una gran inversión en la identificación de biomarcadores y en neurociencia también los necesitamos para saber qué es lo caracteriza a un cerebro sano.

«Para crear nuevas terapias tenemos que entender aún los circuitos del cerebro»

Los neurocientíficos aún están lejos de entender cómo funciona el cerebro, pero cada vez hay más avances en un campo que está llamado a protagonizar uno de los grandes avances de la medicina.

-¿Las nuevas terapias del futuro llegarán del conocimiento de los circuitos neuronales?

-Esto fue algo que destacó el director de los Institutos de la Salud de Estados Unidos. Para desarrollar las nuevas terapias del futuro tenemos que entender cómo funcionan los circuitos del cerebro en cada sistema (recompensa, memoria, de la visión...) y luego ver cómo podemos modificar su funcionamiento mediante herramientas que ya tenemos, como las técnicas de estimulación invasivas y no invasivas.

-También se ha puesto de moda el llamado dopaje cerebral para aumentar nuestras capacidades. ¿Es legítimo?

-El hecho de que desde el punto de vista científico se pueda aumentar el rendimiento cerebral es algo bueno, pero cuando hay un problema, no en cerebros sanos. Es una cuestión que está levantando un gran debate ético, porque siempre habrá gente que tenga más recursos que otros para acceder a estas técnicas. Aún no sabemos si a largo plazo se puede producir un daño y es posible que, si aumentas una capacidad, como la memoria, puedas perjudicar otra. Y eso es lo que no queremos.

-Pero ya se emplean.

-En Estados Unidos el Pentágono utiliza estas técnicas para mejorar la concentración y precisión de sus francotiradores. ¿Es ético esto?