El gol se resiste en el Ángel Carro

CDLUGO

FÚTBOL / SEGUNDA B

02 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Sin goles. Así inició el Lugo su singladura esta temporada por Segunda B. Sin goles y sin pegada. Al conjunto que dirige el debutante Basadre le faltó mordiente en los metros finales y definición para materializar alguna de las ocasiones de que dispuso. Chispa de la que también careció el filial vasco. Y de ahí que el resultado más justo fuera el que campeó en el marcador al final del partido (0-0). Reparto de puntos y como dice el bueno de Basadre, «mejor uno que cero». El encuentro comenzó con buenas vibraciones para la parroquia lucense. Laza ejecuta una falta y Sanz cabecea un balón complicado, que se pierde por la línea de fondo, después de pasearse por el portal visitante. Transcurrían los primeros minutos de juego y los vascos descubrían sus cartas. El peligro se dejaba sentir por la banda derecha que defendía el cántabro Laza. Expósito, el mejor jugador ayer sobre el césped, fue un auténtico quebradero de cabeza para la zaga lucense. El joven vasco desbordó, regateó, centró y remató. Todo lo hizo bien, al menos, durante la primera parte. No en vano, mediada ésta, el interior dispuso de la mejor ocasión del encuentro para adelantar a los suyos. El jugador, de técnica refinada, estrelló el balón en el larguero con un sutil zapatillazo. Y mientras Expósito ponía en jaque a la defensa rojiblanca, Míchel hacía lo propio, aunque con menos claridad, en el área visitante. El delantero ferrolano fue el hombre más incisivo del ataque lucense