El parador de Muxía recuerda el Prestige con una carta náutica de su deriva

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

ANA GARCÍA

Obra de Pepe de Olegario, se muestra desde ayer en uno de los puntos más visibles de las instalaciones. El parador, de otro lado, también tiene que capear el temporal del covid-19

03 dic 2020 . Actualizado a las 20:53 h.

José López Redonda, aprendiz (y ahora maestro, hace ya mucho) de lobo de mar desde los 12 años, recorrió ayer los 18 kilómetros que unen Sardiñeiro, en Fisterra, con Muxía, para conmemorar los 18 años de la catástrofe del Prestige, tal día como ayer del 2002. Y lo hizo en el parador de Lourido (desde donde se podía ver el barco), la principal promesa derivada de aquella catástrofe medioambiental, inaugurada justamente en este 2020 que también pasará a la historia.

Desde ayer, en una de las paredes de la segunda planta (en el parador se cuentan hacia abajo, no hacia arriba) está expuesta este detalladísima carta náutica, denominada Deriva y hundimiento del Prestige (13-19 de noviembre del 2002), en el que se aprecia toda la trayectoria del petrolero y partirse en dos, y hundirse, a unas 130 millas de Fisterra. Quienes conocen la meticulosidad con la que trabaja José López no se sorprenden con esta minuciosa carta, que sirve para aprender, en pocos minutos, sobre las últimas horas del buque que cambió el destino de la Costa da Morte. Además, a muy pocos metros, en un pasillo de la misma planta, están expuestos otros de sus trabajos, con los datos básicos de multitud de naufragios. Para la elaboración de esta última, López se sirvió de los datos publicados en noviembre del 2002 por La Voz de Galicia y por el instituto científico francés Le Cedre.

El descubrimiento de la carta náutica habría sido, en otras circunstancias, todo un acontecimiento, por todo lo que significó el hundimiento para la comarca y para Muxía. Y sin Prestige, claro, no existiría el parador. Pero dado el estado de la pandemia, quedó circunscrito a algo sencillo y discreto, solo para la prensa, con las palabras del anfitrión y director, Julio Castro (que también es de Sardiñeiro) y del propio Pepe de Olegario explicando su obra. Castro recordó la importancia simbólica de los naufragios para la zona: él mismo tiene una hija del 2002, el año del Prestige, y un hermano del 87, el del Cason. De esa cosecha también es el alcalde, Iago Toba, que acudió al acto. El director matizó que no se celebraba nada, pero si se conmemoraba esa mayoría de edad del naufragio. Y además, con mucha razón: multitud de clientes le han preguntado estos meses por el Prestige. Ahora ya lo pueden saber, al lado del comedor, llamado O Corpiño, que mira al mar y a Vilán.

El director, Julio Castro Marcote: «Vai ser a obra máis vista» 

El director del Parador da Costa da Morte, Julio Castro, considera que esta carta náutica «vai ser a obra máis vista» de las instalaciones, y no son pocas las que hay para admirar, todas orientadas a promocionar la comarca: desde pinturas y esculturas de artistas locales, hasta fotos de Ramón Caamaño o las propias cartas de López Redonda, entre otros elementos, sin olvidar que todas las habitaciones y estancias llevan nombres relacionados con la zona.

Castro, por cierto, también aprovechó para entregarle otra carta náutica a López, la de ubicación del hotel, como si se tratase de una marítima, con su misma iconografía e ilustraciones.

José López realizó una breve semblanza de su vida y de su trabajo, iniciado ya en 1966, cuando buscaba barcos hundidos sin electrónica, y por supuesto sin GPS, tecnología que ha simplificado mucho para señalizar los emplazamientos. Resumió su trabajo, además de toda la actividad marítima, como «estar toda a vida facendo planos».