Ropa para Nenucos desde Laxe

LAXE

BASILIO BELLO

Teresa Corral escribió un libro en el que enseña cómo hacer ropa de lana a los muñecos

28 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Una pasión, una pandemia y las nuevas tecnologías. Esta mujer de la imagen, Teresa Corral, aprovechó este último año y medio para escribir un libro sobre lo que más le gusta y mandarlo desde Galicia a cualquier rincón de España. «A través de mi blog, Teresa lanas, me llegan pedidos. Ya envié ejemplares a Zaragoza, León o Sevilla. De otros países hay gente que contacta, pero no está traducido por ahora», comenta desde la playa de Laxe, donde pasa el verano. Hay momentos en los que me cuesta escucharla, porque sopla el viento en esa maravillosa localidad a la que pienso ir en cuanto tenga un fin de semana libre.

Las muñecas de las nietas

Siempre le gustó el mundo de la labor. Durante algún tiempo regentó una tienda en la calle Pasadizo de Pernas de A Coruña y publicó un primer libro, La fichas de Teresa, que tuvo mucho éxito entre los aficionados a la calceta, la gran mayoría mujeres. «Incluía un kit para hacer ropita de bebé con apuntes para clientes, y había un modelo específico para Nenuco», recuerda. Hace tres años que se jubiló, y en el confinamiento le pidió algún muñeco a sus nietas. «El Nenuco es con el que más juegan y el que mejor se adapta a las prendas de lana que confecciono», explica. Poco a poco, modelo a modelo, semana a semana y página a página, llegó al objetivo. Acaba de lanzar su segundo libro, Mis Nenucos. «Todavía es pronto para hablar de repercusión, pero hay mucha gente interesada. Enseño a hacer ropa de lana para estos muñecos, pero también se pueden utilizar para calcetar prendas para bebés», comenta. Lo manda desde Laxe para el mundo y también está a la venta en una tienda de lanas de la calle Panaderas de A Coruña. Teresa disfruta de este verano gallego que se hizo de rogar y, cuando se sienta delante del ordenador, entra en su blog para atender los pedidos de su sorprendente libro de ropa para Nenucos. «También hago ropita para las nietas», asegura.

Sardinillas en las Cíes

Los gallegos somos una potencia mundial en conservas. Tanto para producirlas como para comerlas. Gracias a vivir cerca de grandes conserveras nos hemos convertido en unos catadores de primer nivel. No nos dan gato por liebre ni caballa por ventresca. La semana pasada, en el barco del empresario Carlos Soto fondeado en la isla sur de las Cíes, probé las mejores sardinillas que recuerdo. «Ya verás qué maravilla», dijo, mientras me acercaba el plato con el contenido de una lata de Portomar. Tenía razón. «El otro día llamé a José Enrique Pereira (el propietario de la firma) para darle la enhorabuena», comentó Carlos. También este verano unas amigas de mi hija me regalaron un lote de conservas de Frinsa y me encantó la de bacalao, que fue la única que probé hasta ahora. Siempre es un buen momento para abrir una lata, pero tomar unas sardinillas de Champions a la orilla de las Cíes es algo difícil de superar.