Señor alcalde: con todo el respeto permítame que me dirija a usted con el fin de expresarle mi opinión sobre el estado del Ayuntamiento de Laxe, que depende de su máximo cargo local, el alcalde.
Tenemos el ayuntamiento más endeudado de la zona, probablemente uno de los que más de toda Galicia. Este endeudamiento no puede usted atribuirlo a ningún gobierno anterior dado que su partido y usted gobiernan desde el año 1999.
Tanto la deuda, como el estado general de dejadez y abandono en todos los ámbitos del ayuntamiento se deben a un desgobierno continuado durante 20 años. Se quejan ustedes de que la deuda no les permite actuación o inversión en el mismo: la culpa es suya.
El hecho de estar encerrado en la oficina y no salir para ver el estado de deterioro de las vías y de relación con los vecinos no se arregla con decir a todo que sí sin más: las cosas no se arreglan por sí solas. El gobierno es algo más que asistir a comisiones y plenos y fiarse sin más de los subordinados.
«Ha fallado usted»
Ha fallado usted «in eligendo»: no ha sabido rodearse de gente válida como puede verse por las actuaciones, a veces fuera de la ley, de algunos concejales.
«In vigilando»: algunos de sus subordinados hacen lo que les viene en gana sin control alguno y usted se fía sin comprobar sus acciones, que no siempre han sido correctas.
«In actuando»: ¿Qué hace realmente usted sin recorrer el terreno municipal ni hablar con la gente para descubrir las necesidades que usted no conoce?
El último trimestre
Si la función de un alcalde es la de firmar papeles que le pasan los administrativos no necesitamos alcalde alguno: su función puede realizarla el administrativo correspondiente... Nos ahorraríamos un sueldo de un cargo cuya función debe ser política y de relaciones humanas.
No vale ponerse las pilas el último trimestre antes de las elecciones y a lo largo de la legislatura acudir a velatorios y entierros.
Xosé Vázquez Labandeira.