De uña de gato a visones y de corzos a cangrejos rojos, la flora y la fauna de la comarca están cambiando
24 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Llegará un tiempo, tal vez, en el que en vez de invasoras sean consideradas especies integradas, nunca propias. Pero de momento muchas de ellas están en esa larga fase de adaptación, que puede durar decenios (uno de los mejores ejemplos fue el eucalipto, hace ya más de dos siglos y medio, y menos, las palmeras). Ocurre, por ejemplo, con los plumachos, la hierba de la pampa. Siempre se veía en las medianeras de las autovías, o en algunos parques, y va a más. Basta con recorrer la carretera de Carballo a Caión: hay más de 50 ejemplares a ambos lados. Es difícil de erradicar, señalan desde Hábitat.
Mucho peor es el cangrejo de río americano, o cangrejo rojo, que amenaza el ecosistema. Son una plaga en el río Xallas, sobre todo en la zona de Fervenza, donde hace pocos, cuando el nivel del agua bajó mucho (así sigue), se pudieron ver por decenas, muertos. Llevan años haciéndose un sitio, y lo consiguen, desde que hace 40 años entraron en España por el Guadalquivir. En la Costa da Morte comenzaron a verse hace unos 15 años.
Las uñas de gato son mucho más veteranas. Abundan por toda la costa, en acantilados y arenales costeros, desplazando a la vegetación autóctona. Los ejemplos son muy numerosos. Por citar uno, el entorno de Nariga.
En cuanto a la fauna, los corzos se recuperan, y van ocupando su lugar en los montes del oeste comarcal tardaron en llegar, por la barrera de la A-9. No son invasoras de nada, y a los cazadores les gustan, pero sí una nueva especie que no era habitual (en el oriente de Lugo lo es en exceso). Mucho peores son los visones. Los que se largaron (o los echaron) de las granjas se fueron aclimatando. Ahora acaban con muchas crías en repoblaciones. Va a ser complicado erradicarlos.