«Casi el 50 % del caucho reciclado se dedica a relleno de campos de césped artificial»

María Meizoso CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

JAVIER VALEIRO

ECOVOZ 2023 | Signus, que cuenta con 20.000 puntos de depósito en todo el país, recogió el año pasado en Galicia 16.840 toneladas. Habla su directora de Comunicación, Isabel Rivadulla

13 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Dar un nuevo uso, una segunda a la vida, a los neumáticos. A los que permiten rodar a coches y motocicletas por las carreteras de todo el país. Signus, fundada por las principales compañías de fabricantes, garantiza que se cumpla y ejecute una correcta gestión medioambiental al final de su ciclo. «Nacimos en octubre del 2006, a través de un real decreto que se aprobó a finales del 2005. En 2007, ya estábamos con nuestra actividad a todo tren», recuerda su directora de Comunicación, Isabel Rivadulla.

—Tienen una misión muy clara. ¿Qué objetivo persiguen?

—Es la que nos marca la regulación, el mismo esquema que ocurre con otros flujos de residuos. Tenemos que garantizar la correcta gestión de los neumáticos de fuera de uso, de todos los neumáticos del mercado de reposición. Realmente la responsabilidad recae sobre los proyectos. De hecho ahora se oye hablar sobre la responsabilidad ampliada del productor

—¿Y eso en qué se traduce?

—En que la responsabilidad de garantizar la correcta gestión de cualquier residuo recae en el que lo produce, tanto en el fabricante como en el que lo pone en el mercado. Nosotros somos entidades sin ánimo de lucro que trabajamos como herramientas para garantizar que esa gestión se pueda realizar a través de nuestra vía. Cada fabricante y cada importador no puede realizar esta activad porque tendría que garantizar ser capaz de recoger, como en nuestro caso, un neumático en cada rincón de España, algo que sería muy complicado. Además, tenemos la obligación de reportar anualmente a las comunidades autónomas y al Ministerio. Esto es lo mismo que sucede con otros residuos, tanto envases, medicamentos o cualquier flujo.

—¿Cuántas firmas han llegado a adherirse?

—En nuestro caso, cuando surge esta obligación de los productores, los cinco principales fabricantes —Bridgestone, Michelin, Continental, Pirelli y Goodyear— decidieron crear esta entidad para realizar esa gestión. Pero no solo atendemos los neumáticos de estas marcas, sino de muchas otras porque realmente Signus es una entidad abierta a cualquier productor que quiera depositar esa obligación que tiene en nosotros. Actualmente, tenemos cerca de trescientas empresas adheridas.

—Entre los usos del caucho reciclado, ¿cuáles destacaría?

—En los neumáticos hay un hándicap, que es la seguridad. No podemos promover el alargar la vida útil de este elemento tan importante para los vehículos porque va precisamente en contra de la propia seguridad de los pasajeros. Tenemos el reto de buscar nuevos usos y aplicaciones y de consolidar las ya existentes. Actualmente, la principal del caucho reciclado es como relleno de campos de césped artificial. Casi un 50% del que se recupera se destina a esta aplicación. También a suelos de seguridad de parques infantiles. Y, aunque se oye hablar mucho lo de las carreteras, la realidad es que se destina muy poca cantidad, en torno a un 5%. Aunque nosotros creemos que es una por las que más debemos apostar por sus magníficas prestaciones. Ahora mismo nos encontramos con un problema, porque por su tamaño se considera microplástico. Con lo cual, está en discusión en la Comisión Europea la prohibición de dicho uso.

—Esa aplicación les ha traído, de forma práctica, a Galicia.

—Así, es. Estamos monitorizando un campo de césped artificial en Ribeira. Precisamente, para ver los resultados de contención de caucho, si las medidas que establece una norma que hay de carácter técnico a nivel europeo son o no suficientes para recoger ese caucho y para que no tengamos que llegar a esa prohibición, que originaría muchos problemas.

—¿En qué cifras se mueve el volumen de recogida?

—Los años no varían demasiado. Estamos cerca de 200.000 toneladas de neumáticos recogidos en toda España. Lo hacemos en más de 20.000 puntos de generación, fundamentalmente en talleres. En Galicia, el año pasado recopilamos 16.840 toneladas.