Las bodas arrasan en la Costa da Morte tras el parón de la pandemia

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Las fotos previas a la boda de Alberto y Noelia fueron tomadas en Sabadelle.
Las fotos previas a la boda de Alberto y Noelia fueron tomadas en Sabadelle. Diego Alonso Freire

En algún municipio solo el Concello ya lleva el doble que todas las del 2020

24 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Se están celebrando en capillas que hacía tiempo que no se utilizaban, en las iglesias más habituales y en enclaves emblemáticos como el faro de Vilán o el castillo de Vimianzo. Curas, alcaldes y concejales están oficiando bodas como no se recordaba en muchos años. Tras el parón provocado el año pasado por la pandemia, los casamientos han vuelto con renovadas fuerzas porque a los que ya estaban previstos para este año se unen también los que tuvieron que posponerse en el 2020.

El Instituto Galego de Estatística (IGE) ha publicado los datos de los enlaces matrimoniales del pasado año, y la caída es espectacular, por lo que la remontada está siendo como nunca antes. La bajada se ha notado más porque el 2019 fue especialmente bueno para las bodas.

Al margen de los negocios que viven de estas fiestas, que son muchos y variados, los casamientos suelen venir acompañados de un aumento de la población, algo muy necesario porque los datos de nacimientos en la zona no son nada buenos. Nada ha tenido que ver la pandemia con el hecho de que el pasado año nacieran en la Costa da Morte 42 niños menos que en el 2019, pasando de los 607 de ese ejercicio a los 565 del correspondiente al 2020. Las bajadas han sido continuadas en la zona, pero en el último cómputo se ha notado un bajón muy peligroso. Aunque la pérdida de población es continua, hay una caída destacada de los últimos datos. Los vecinos pasaron de ser 110.257 antes de la pandemia a 109.781 en el primer año del covid. En 24 meses se puede decir que la zona ha perdido más de un millar de residentes.

Esperanza

Sin embargo, las bodas de este verano están despertando algo de esperanza. Se están celebrando con muchos menos invitados, pero se trata de uniones que pueden ayudar a fijar población. En algunos casos, ni fiestas están organizando a la espera de que se normalice la situación. En otros, las celebraciones incluyen en el paquete para los invitados pruebas PCR o de antígenos para dar más tranquilidad a las parejas y sus allegados.

Diego Alonso Freire

«Non tivemos que cambiar o día, e iso que lle pedín para casar na Noiteboa do 2019 en Razo»

Alberto Baña, de Camelle, y Noelia Castro, de Carballo, se casarán el sábado en el santuario de la Virxe da Barca de Muxía. Ambos tienen 29 años y además de iniciar un proyecto de vida en común pondrán en marcha un negocio de ropa infantil en A Ponte do Porto. Les vendrá bien esta ampliación del negocio familiar de él, Guillermina Moda, porque tienen ganas de ser padres lo más pronto posible. Él es monitor deportivo y árbitro los fines de semana y está claro que no solo es atrevido, sino que, además, le acompaña la suerte. Alberto y Noelia se comprometieron en la Nochebuena del 2019 en la playa de Razo. «Cando puxemos a data do 28 de agosto do 2021 dixeron que escolleramos día con moito tempo de adianto, pero despois veu a pandemia. Nós non tivemos que cambiar o día», explica el novio.

El suyo no es un caso demasiado habitual. Buena parte de las bodas que se están celebrando este verano estaban programadas para el pasado, pero no se pudieron celebrar. Ahora Alberto se congratula de la «visión» que tuvieron y que les ha permitido celebrar la ceremonia con tranquilidad. Eligieron A Barca porque «queriamos un lugar especial e a min gústame moito a pesca e o santuario está moi vinculado co mar», explica el novio.

Debido al negocio familiar, Alberto Baña se ha dado cuenta de que las celebraciones se han disparado y ahora hay más demanda de ropa.