16 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.
Se imaginan que parte de la leche que transportan los camiones fuese robada, o que los árboles que los tráileres llevan para los aserraderos fuesen sustraídos de forma indebida. En una sociedad totalmente sana y en un colectivo extractivo con buenas prácticas, el furtivismo estaría erradicado. En realidad, los profesionales del mar que lo practican se roban a sí mismos. Tiran piedras contra su propio tejado. Es pan para hoy, en el caso de que los sea, y hambre para mañana. En la Costa da Morte parece que tiene menos incidencia que en otros lugares. No obstante, sigue sin ser erradicado y tiene muchos cómplices.