Una larga lista de despropósitos

CARBALLO

16 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

ara solis

Lino Sexto no es un general romano, como lo era aquel Décimo Junio Bruto que cayó postrado al ver la puesta de sol en Fisterra. Es el subdirector de Guardacostas de Galicia y anteayer confesó en el Parlamento de O Hórreo que no van a poder asegurar la total operatividad del helicóptero de Ruibo (Cee) porque donde lo han instalado hay mucha niebla. ¡Lo que se temía! Como es obvio, Lino Sexto aprovechó la ocasión para zurrarle a sus anteriores gobernantes y acusarlos de haber elegido uno de los peores lugares posibles para situar la base de la nave y de haber gastado 1,8 millones de euros sin saber si el espacio seleccionado no solo sería el mejor sitio, sino el idóneo. Parece evidente que la ubicación del helipuerto fue elegida con alegría irresponsable. A veces, los políticos también deberían de dimitir por tomar decisiones así y gastar el dinero de las arcas públicas como si los billetes naciesen debajo de las piedras, y no solo por echar la mano en la caja, que también. ¿Qué se le perdería en Ruibo a los que señalaron este lugar en el mapa para colocar el helicóptero? Pues mira que no hay monte en la Costa da Morte para poner un helicóptero y un ciento.

De todos modos, a uno se le hace difícil entender que si Europa logró posar el robot Philae sobre un acantilado del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, a 511 millones de kilómetros de la Tierra, allá entre Marte y Júpiter, el Estado español no pueda soslayar la dificultad de unas brumas mañaneras para que su flamante Augusta Westlanmd 139, que costó la friolera de 13 millones de euros, no pueda operar en un prado de Cee para garantizar la seguridad de los miles y miles de marinos, pescadores, mariscadores, turistas, navegantes deportivos, peregrinos y paseantes ociosos que se mueven a diario frente a este balcón atlántico. Uno más de los despropósitos con los que desayunamos día a día en esta proa galaica. Como el de que la defensa de José Mato, el carballés preso en Colombia por supuestamente intentar comprar un bebé, vaya a costar 130.000 euros, una elevada cantidad por tratar de sacarlo de las mazmorras de la cárcel Modelo de Bogotá. Es difícil saber si los pálpitos de la madre del letrado César Augusto Londoño pueden ser certeros. O si la «pajilla seminal» de Mato pudo haber sido efectiva mes y medio después de sendas inseminaciones a Anyela Fernanda, como dice el abogado. O si llegarán a buen puerto sus gestiones ante la corte judicial del país cafetero, pero ya pueden ser eficaces, pues le va en la cartera a muchos carballeses que se han rascado el bolsillo para colaborar de buena fe con la causa. Esta semana hemos podido verle la cara al defensor colombiano y a su equipo. Han venido en grupo a la capital de Bergantiños para investigar un hecho que ha acontecido en su propio país, aunque también es posible que hayan querido verle la cara a los que van a pagar su generosa minuta.

Y no acaban ahí los despropósitos de la semana. Un desconocido se ha tomado la libertad de pintarrajear unas tijeras en el inmenso mural que el artista Sokram había pintado en el Pazo da Cultura con cargo al erario municipal. Iba bien este plan de esconder detrás de obras de arte el feísmo carballés. Podría habilitarse incluso una ruta o recorrido por los murales, que pueden convertirse en un reclamo de visitantes. En caso de insistir los iluminados, lo que parece una gran idea, sin embargo, puede acabar en un remexido insoportable si el Concello no toma medidas preventivas. Del arte al adefesio solo hay un peldaño.