El pasado fin de semana con motivo de la feria de La Ascensión, en una ciudad del norte de España se presentaba una exposición titulada El campo en la ciudad, una amalgama de iniciativas y de empleo a partir de los recursos del primario que iban desde la agricultura ecológica, a la transformación in situ de los productos del primario pasando por los huertos urbanos todo ello aderezado con la cultura y saber tradicional para consolidar una imagen de calidad.
Hay quienes piensan que trabajar en el primario solo es dedicarse a la ganadería, ignorando las variadas posibilidades que ofrecen otras actividades de producción, transformación o de servicios; o todo ello integrado. Para acertar en ello, plagiando al Cholo Simeone «si se cree y si se trabaja, se puede»; pero una cosa detrás de la otra.