La necesidad de «moitas olveiroas»

La Voz

CARBALLO

29 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Además de los agradecimientos al alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño, por participar, y además de manera muy activa, en este viaje promocional del Camino, varios de los empresarios destacaron la aldea de Olveiroa como ejemplo de lo que puede aportar la Ruta Jacobea si se gestiona correctamente.

Esta valoración surgió fundamentalmente debido a las numerosas muestras de este tipo encontradas en la provincia de León y también en otros puntos de Galicia, como en Vilei (Sarria), donde de una pequeña tienda, prácticamente un cobertizo, ha acabado desarrollando todo un complejo, con tres edificios y piscina, que está entre lo más moderno, cuidado y de calidad que se le ofrece a los peregrinos en el entorno.

También se demuestra que la especialización da resultados y la mejor prueba es Castrillo de los Polvazares, donde, según reconocen ya algunos hosteleros, ya ni siquiera viven directamente del Camino. Fue el germen de todo y lo que le dio vigor además de la declaración de monumento protegido «pero ahora la gente viene expresamente a comer el cocido maragato», como explican en El almacén del arriero. Una buena oferta en un entorno único, junto con la extraordinaria labor de promoción que les hizo el periodista radiofónico Luis del Olmo les ha llevado a este resultado.

De ahí que Pequeño señalase a este respecto que lo que le hace falta a la Costa da Morte «son moitas olveiroas», en el sentido de que hay que apostar más por la recuperación de los núcleos para favorecer la iniciativa de los empresarios privados.