La lluvia y el viento aceleraron el ritmo de las cabalgatas

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

El recorrido por las calles de Carballo se realizó en menos tiempo del previsto y el público se concentró en los lugares de salida y llegada

06 ene 2014 . Actualizado a las 07:10 h.

El viento y el agua no impidieron que los Reyes Magos se encontraran con los niños, aunque las cabalgatas resultaron menos lucidas que las de otros años. En Carballo, el recorrido por la villa se realizó con mayor rapidez y con menos público en las calles, pero la recepción en el bajo de la casa consistorial fue igual de concurrida que en otras ocasiones.

Los Magos surgieron para los niños carballeses de las rampas mecánicas del centro comercial con un ligero retraso sobre el horario previsto. Decenas de caritas expectantes se asomaron a las barandillas y siguieron a los Reyes hasta las carrozas, que esperaban en el aparcamiento. A pesar de las fuertes ráfagas de viento, la comitiva arrancó sin novedad y recorrió la villa de punta a punta hasta llegar a la plaza del Concello.

Bajo la carpa se formaron largas colas de niños y padres ansiosos de una conversación y una foto con Sus Majestades. Melchor y Gaspar fueron los más solicitados, aunque todos ellos entregaban bolsas de caramelos por igual.

En sus tronos los Magos escucharon centenares de peticiones y muchos llantos. Algunos pequeños que no acababan de entender por qué sus padres les dejaban en manos de tan extraños individuos. Para otros, el encuentro era tan emocionante que quedaron paralizados ante las regias figuras, incapaces de articular palabra. Pero para ayudarlos estaban los abuelos o los padres que en muchos casos no daban hecho entre atender al niño o fotografiarlo con el teléfono móvil.