Fabas contra el mal tiempo

á. palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La sabrosa celebración congregó en A Trabe a centenares de personas

28 oct 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Con los paraguas listos para intervenir y la mirada pendiente del cielo, los vecinos de Ponteceso -y de algunas localidades próximas- se dispusieron ayer a disfrutar de una de las ferias más esperadas del calendario de la localidad.

Recordando aquellos tiempos en los que esa cita constituía la gran jornada de comercialización de las habas de la zona -«daquela os camións botaban ata a madrugada cargando os sacos», recordaba el alcalde, José Luis Fondo, poco antes de tomar asiento- los puestos del mercado sabatino de A Trabe hicieron sitio una vez más a la gran carpa instada por el Concello para celebrar la vigésimo segunda edición de la Feira das Fabas.

La mañana de compras interrumpida súbitamente por la lluvia -lo que animó a algunos de los vendedores a apurar la recogida de sus puestos-, dio paso a una procesión de visitantes en dirección a la carpa con la intención de catar la estrella del día, pero también de encontrar un lugar donde resguardarse del agua. Allí se celebró también el concurso de habas y se dejó sentir, asimismo, el tradicional acompañamiento musical de la celebración.

«Moito traballo non dá. Comezamos a preparalas ás seis da mañá», explicaba con rostro cansado, pero sin perder la sonrisa, Pablo Blanco poco antes de comenzar a servir el esperado manjar y tras reconocer que ya había comido unas cuantas. «Mentres vas cociñando vas probando».

Colas y primeros veredictos

Sobre la una y media de la tarde, una enorme cola de comensales se había formado ya en el interior de la carpa para empezar a recoger las raciones (hasta un total de 2.000) preparadas por Blanco, Josefa Amado y Manuel Rama Martínez, tal como vienen haciendo desde que hace ahora 22 años echó a andar la celebración.

«Isto é o mellor que hai para combater o frío e a humidade», explicaba una de las mujeres que aguardaban turno para llenar la cazuela recogida momentos antes en el otro extremo de la carpa. Desde las mesas llegaban ya los primeros veredictos -«moi boas, moi boas», proclamaban al unísono el larachés Genaro Cotelo Pose y el oleirense Juan Bautista Fariña Calvo- y hasta había quien recurría al sentido del humor al ser invitado a ejercer de jurado accidental. «No xornal non se nota o olor, ¿non? Porque con isto nunca se sabe».

La pulpeira situada en un espacio anexo para atender a aquellos que no son de plato único colaboraba para completar el menú de una fiesta en el que tampoco faltó la posibilidad de disfrutar del postre, gracias a un garaje pastelería próximo especializado en crepes.

Feira en ponteceso