Parte de la última semana del año previa a que nos aplaste la oscuridad de los meses sometidos al horario de invierno.
Londres merecía exclusividad
En el mundo solo hay una persona que pueda investirse dentro de año y medio en Londres en el deportista español con más medallas en la historia de las Olimpiadas. Nació en O Hío (Cangas) encima de una piragua. David Cal, ?Arantxa Sánchez Vicario y Joan Llaneras son los únicos españoles con cuatro medallas olímpicas. La tenista y el ciclista están retirados. David Cal, en cambio, se entrena y se alimenta para conseguir otro metal en los Juegos Olímpicos de Londres, en el 2012; una o varias medallas que sumar a las de Pekín y Atenas. De súbito da una palada al aire: se incorpora de número cinco a las listas del PP para la Alcaldía de Pontevedra. La carrera política podía esperar, David, a que acabasen las carreras sobre el agua. Se ve que al PP le apremian las encuestas.
Cobrar sin nada que hacer
El día 1 comenzarán a computar jornadas de trabajo en las nóminas de noviembre de los 51 altos funcionarios de la Xunta que ocuparon jefaturas de servicio o subdirecciones generales durante el bipartito y que desde entonces cobran por no hacer nada. No tienen asignadas tareas específicas en la máquina burocrática. La conselleira de Facenda, Fernández Currás, se defendió el martes pasado en el Parlamento con el «y tú más», y con el compromiso de resolverlo a través de un concurso de traslados. La política de partido es sectaria siempre y en cualquier lugar. Voraz, cada cambio de Gobierno no solo es un cambalache en consellerías, direcciones generales, secretarías generales, delegados provinciales, altos cargos de entes autónomos y de chiringuitos, sino también en un sinfín de cargos intermedios del aparato de la Administración: jefaturas de servicio, subdirecciones generales... Puestos para los que debiera pesar más la profesionalidad y la implicación que la afiliación política o el enchufe funcionario de carrera. Hasta las ventanillas de la Xunta funcionarían mejor.
PP y BNG, a dúo
El PP de Feijoo y el nacionalismo han vuelto esta semana a interpretar la actualidad de Galicia con versiones casi calcadas. Las coincidencias en el discurso reivindicativo de la derecha gallega y el nacionalismo son cíclicas y vienen de tiempos anteriores a Fraga. Afloran con más frecuencia cuando llegan elecciones y las circunstancias permiten desgastar a un rival común. Decisiones del Gobierno de Zapatero han puesto en bandeja de plata a Feijoo y al BNG cantar a dúo. A Feijoo le permite segarle la hierba a Pachi Vázquez. A la UPG le sirve para marcar distancias antes de las elecciones con el partido que, a la vez, es su socio de gobierno en decenas de ayuntamientos bipartitos. Se prevén más versiones a dúo PP-BNG antes de que vuelva a cambiar la hora.
El carbón tizna
Perdida en Galicia la batalla política contra el decreto que impone consumir carbón de León, la judicial ha dado una media alegría con los recursos interpuestos por las tres grandes eléctricas. La Audiencia Nacional adoptó la decisión de solicitarle al Gobierno más tiempo antes de aplicarlo, al igual que el Tribunal de Luxemburgo. El ministro de Industria dice que no se paralizará nada, porque ya hay miles de toneladas de carbón amontonadas a las puertas de las minas que no quiere nadie por pobre y contaminante. La noticia judicial es alentadora, pero por el momento sigue adelante el empeño de gastar 600 millones anuales para mantener en la uvi a un sector minero en desintegración, ineficiente desde hace más de un siglo. De hacerlo, por encima, sin medir los daños colaterales, en forma de pérdidas de empleo en otros territorios. Un decreto que servirá para que la luz sea más cara.
La visita del Papa
La anterior, hace más de veinte años, fue un éxito y esta también lo será, aunque serán distintas porque son papas distintos. En Cataluña se dice que el Papa viaja a España para consagrar la nave central de la Sagrada Familia; aquí se resume en que sale de Roma a peregrinar a Santiago. En Cataluña presumen de que oficiará un tercio de la eucaristía en catalán, aquí ha habido un mayor conformismo lingüístico. Allí estará tantas horas y aquí menos, pero más activas... Aquí estará con Rajoy, en Cataluña, con Zapatero. !Qué importará eso a los que irán a Santiago o a Barcelona porque creen en él!