Un Bentley de un Lord inglés

Harry Dorial redac.carballo@lavoz.es

CARBALLO

07 ago 2009 . Actualizado a las 02:34 h.

Si viven en Carballo o visitan la localidad a menudo es probable que les haya llamado la atención un precioso automóvil clásico. Entrando ya en detalles, se trata de un Bentley inglés, la marca hermana de los Rolls, la que usa la Casa Real inglesa (la fallecida Reina Madre se desplazaba en uno similar). Es un modelo S2 de 1960, la flecha plateada en el argot de los aficionados. Mide cinco metros y medio, tiene un motor de 6.325 centímetros cúbicos con ocho cilindros en V que le otorga una potencia de 200 caballos. Y bebe, claro. Veinte litros a los cien, pero en conducción moderada, que es la que hace (en todo caso, su velocidad está limitada a 80) roza los 16 litros.

Este vehículo es histórico, y eso no se dice solo con una palabra. Hay que acreditarlo con los análisis pertinentes de un laboratorio de ingeniería que está en el campus de Ferrol, de la Universidade de A Coruña. De ahí que luzca la letra H , que no es de Huesca, sino preciosamente de eso, histórico. Conserva al 99,99% del original. Solo se le han cambiado baterías, fusibles, bujías y neumáticos. Se conserva de un modo impecable. El dueño es Mario Azpilcueta , maestro vitralista y propietario del establecimiento de turismo rural Mar de Queo. Está encantado con el vehículo (¿cómo no estarlo?). Desde principios de años, sale a pasear con él con cierta regularidad. Cuenta el propietario que, además del valor técnico, está el sentimental. El Bentley no es cualquier cosa, porque era el vehículo de un Lord inglés, Sir Charles William Cable , de Stanford. Se lo llevó a su castillo francés, allí las cosas no le salieron bien y lo acabó adquiriendo otro británico, Jack Harris , que fue el que finalmente se lo vendió a Mario. El auto conserva, como es lógico, su volante a la derecha. La tapicería es de piel, y no cualquiera. Tiene elevalunas eléctricos, cambio automático, igual que el estárter; aire acondicionado, regulación eléctrica de la amortiguación para adaptarse al terreno que pisa. Y tiene mucho pasado, que eso vale mucho. Incluso puede llegar a venderse por 100.000 euros, si la cosa va de capricho. Lo bueno (algo más) de estos ejemplares es que, con los años, se hacen más caros, justo lo contrario que los nuevos. Pero, por si hay interesados, olvídense: no lo vende ni por más.

De lo histórico, al futuro, y no hay futuro mayor que el de los niños. Estamos en agosto (sí, ya sé que no lo parece, salvo porque repiten programas en todos los canales), un mes en el que abundan las orquestas y la actividades para los pequeños. Una de las más interesantes es Meniñeiro , organizada por el departamento de Servizos Sociais del Concello de Cabana. Está destinado a niños de 5 a 8 años (el mes pasado) y de 9 a 12 (ahora, hasta el día 14), a los que se les brinda un montón de actos «para disfrutar do tempo de lecer con actividades lúdicas cun alto contido educativo». Son tantas que no me caben: incluyen dibujo, elaboración de botes con arena de colores y conchas, modelados de retratos en barro o de figuras humanas con plastilina, fabricación de juguetes, confección y costura de estuches y bolso, elaboración de jarrones con material reciclado, vídeos, muñecos alados con medias... Sobrepaso la edad, si no, me apuntaba. ¿Lo habrá hecho el alcalde, José Muíño , a quien en la imagen vemos con un delantal?