El científico de la «Tierra invernadero»: «El Amazonas es la clave»

BIODIVERSA GALICIA

ROGERIO FLORENTINO

Investigadores alertan de que se puede producir un «efecto dominó» que llevaría a un ascenso de la temperatura de seis grados. El mundo tal y como lo conocemos dejaría de existir

23 ago 2019 . Actualizado a las 11:21 h.

Uno de los puntos sobre los que hoy orbita el debate del calentamiento global es el uso correcto de la terminología. Muchos expertos creen que el concepto «crisis climática» se ajustaría mejor a la situación actual. De la mano debería ir además un cambio de mentalidad. Aunque el presidente de Brasil, Bolsonaro, se presente como el dueño de la parte que le corresponde del Amazonas, lo que allí está pasando tiene consecuencias a escala mundial. La civilización debe asumir como propios aquellos lugares que ejercen un papel determinante en el equilibrio del sistema climático.

Hace unos meses un artículo publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences señaló que intervenir sobre el efecto invernadero, justo lo que está haciendo el ser humano, podría generar un efecto dominó que conduciría a un ascenso de la temperatura media de hasta seis grados. El mundo en esas condiciones sería un lugar hostil para todas las formas de vida. El trabajo de investigación describe cómo sería el proceso, en tres etapas, y qué piezas intervendrían.

Al ritmo actual de emisiones será imposible evitar que la temperatura suba entre 1 y 3 grados. El investigador australiano Will Stefen, uno de los autores principales del artículo, reconoció durante una conferencia en el 2018 que «no hay muchos científicos que piensen que realmente alcanzaremos el objetivo de 1.5 grados».

En este primer escenario las zonas afectadas serían aquellas donde hay hielo. Groenlandia terminaría derritiéndose cada verano, al igual que el Ártico, los Alpes y el oeste de la Antártida. La estabilidad del clima dependerá en buena medida del albedo, la cantidad de radiación solar que refleja o absorbe una determinada superficie. Sin hielo, quedará atrapado la radiación que previamente se devolvía al espacio exterior.

Si se completa la primera fase, en la segunda cambiarían los patrones oceánicos y atmosféricos y el incremento de la temperatura global oscilaría entre los tres y los cinco grados. Los investigadores describen que en este segundo nivel los humanos vivirían en una «Hothouse Earth o Tierra invernadero». La «muerte» de la selva amazónica sería uno de los principales desencadenantes de este escenario, al liberar enormes cantidades de dióxido de carbono. Stefen destacó la importancia que tiene tanto el Amazonas como el permafrost. «Hemos perdido diez años de almacenamiento de carbono durante los incendios forestales del Amazonas en el 2005 y 2010. Hay un punto de inflexión alrededor de dos grados donde perderemos la mayor parte de la selva amazónica. Si además nos quedamos sin permafrost no habrá forma de que se detenga en tres grados», advierte. En este escenario, otros mecanismos como los monzones y El Niño también colapsarían.

Si se produce todo lo anterior, la temperatura media subiría más de 6 grados y el clima entraría en un tercer nivel. Sería inevitable, por ejemplo, que todo el hielo se derrita por completo, incluso en invierno. El planeta tal y como lo conocemos dejaría de existir. Los científicos alertan de que el punto de no retorno se encuentra alrededor de los 2 grados.