El Sol se acerca al mínimo de actividad

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

BIODIVERSA GALICIA

La actividad del astro rey aumenta y disminuye con una cadencia de 11 años

24 sep 2018 . Actualizado a las 12:14 h.

Visto desde la Tierra, el Sol parece un objeto tranquilo, estable e incluso aburrido. La realidad es muy diferente porque libera energía sin parar y se encuentra en constante transformación. La actividad del astro rey aumenta y disminuye con una cadencia de 11 años. Hoy la estrella se aproxima al mínimo del ciclo 24, desde que empezaron los registros en 1755. El pico de menor actividad llegará en el 2019 y tendrá consecuencias en el clima. «Nun mínimo a radiación solar redúcese lixeiramente. Isto pode provocar unha pequena variación na temperatura media global», explica Juan Añel, doctor en ciencias atmosféricas da la Universidade de Vigo.

Este ciclo solar se pronosticó más intenso que otros pero acabará siendo débil. La comunidad científica no descarta que el próximo mantenga una actividad discreta. «Aínda así os efectos sobre a temperatura media serían menores. Falaríamos dun descenso dunhas décimas soamente», asegura. En los últimos años se está planteando la posibilidad de que el Sol esté dando señales de que se encamina hacia un mínimo histórico como el que hubo entre 1645 y 1715, conocido como el mínimo de Maunder, que generó la pequeña edad de hielo. En el contexto actual de cambio climático, sería positivo en cierta medida, ya que contrarrestaría el calentamiento de origen humano. Sin embargo, una investigación en la que ha participado Añel ha cuantificado el efecto de un fenómeno como el mínimo de Maunder sobre el aumento de la temperatura. «Simulamos un escenario para o período 2010-2065 no que se rexistrase o menor nivel de actividade solar do cal se ten constancia na historia. Nese caso tampouco daría para frear o quecemento global. O descenso sería de 0,05 graos. E isto, repito, no caso máis extremo», reconoce.

El argumento más recurrente del movimiento negacionista que hoy crece en EE. UU de la mano de Donald Trump, responsabiliza a la variabilidad natural como responsable del incremento en la temperatura. Ahora no son pocas las publicaciones, de dudosa procedencia, que están señalando que la Tierra se dirige hacia un enfriamiento global por culpa del Sol. La ciencia apunta, sin embargo, en dirección contraria. «Investigacións como estas demostran con fundamentos que non poidamos relaxarnos sen sequera no mellor dos escenarios. Este artigo naceu da dúbida que había sobre os posibles efectos da actividade solar pero o traballo engadiu máis probas que confirman o quecemento», termina Añel.