La subida de combustible, pescado, verdura y carne reduce el consumo familiar en Barbanza

xoán R. Alvite / A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZMERLUZACORDEROBRÓCOLICOMBUSTIBLE

RIBEIRA

MARCOS CREO

Llenar el depósito de un vehículo diésel resulta actualmente 18 euros más caro que hace un año

06 dic 2021 . Actualizado a las 20:48 h.

El impacto que el incremento de precios está teniendo en las economías familiares es demoledor e imposible de evitar. Sin embargo, hay algunas medidas sencillas de adoptar que pueden contribuir al ahorro.

  

1 MIRAR EL PORTAL DE HIDROCARBUROS

LA DIFERENCIA AL LLENAR EL DEPÓSITO PUEDE LLEGAR A 10 EUROS

Llenar el depósito del coche en una u otra estación de servicio de la comarca puede suponer un ahorro de hasta 10 euros. Por eso, conocer los precios de antemano puede resultar muy útil. Se publican actualizados —pueden cambiar incluso a lo largo del día— a través del portal https://geoportalgasolineras.es.

2 OPTIMIZAR LA POTENCIA ELÉCTRICA

AJUSTAR EL CONTADOR IMPLICA UN AHORRO DEL 15 %

En general, lo que se paga por la potencia que contratada —es una cantidad fija— representa un tercio de la factura eléctrica. De ahí que conocer las necesidades energéticas de un hogar resulta imprescindible para ajustar ese cantidad a la realidad y poder ahorrar hasta un 15% mensual.

3 LUCES LED

EL GASTO PUEDE BAJAR 180 EUROS AL AÑO

Son más caras que las convencionales, pero más duraderas y, por tanto, rentables. Se calcula que disponer de esta tecnología en un hogar de tamaño medio puede suponer un ahorro medio de unos 180 euros anuales.

  

4 DESENCHUFAR LOS APARATOS SIN USO

EL MODO REPOSO SUBE LA FACTURA UNA MEDIA DE CINCO EUROS MENSUALES

El llamado consumo silencioso, esto es de aparatos que están en modo reposo —generalmente con un piloto rojo encendido— puede suponer un aumento mensual de la factura de unos cinco euros. Televisores, consolas, ordenadores o el rúter figuran entre los aparatos que más consumen. La recomendación es apagar aquellos que no están en uso.

  

5 VALORAR ACUDIR A CENTROS DE LAVADO

LA GRAN CAPACIDAD DE SUS EQUIPOS PUEDE SUPONER UNA VENTAJA

Las lavanderías autoservicio se han extendido por Barbanza y conviene analizar si compensa acudir a estos puntos, que poseen lavadoras y secadoras de gran capacidad. En el caso de estas últimas, algunas ofrecen por 2 euros 30 minutos de secado para 18 kilos de ropa.

  

6 ELEGIR LA TIENDA MÁS ECONÓMICA

EL DESEMBOLSO PUEDE BAJAR MIL EUROS AL AÑO

Un estudio efectuado por la organización de consumidores cifra en un promedio de 1.000 euros anuales el ahorro que puede conseguirse eligiendo adecuadamente el establecimiento en el que se efectúan las compras.

  

7 FIJARSE EN EL PRECIO DEL KILO O DEL LITRO

EL COSTE DEL PRODUCTO ENVASADO EN OCASIONES INDUCE A EQUÍVOCOS

Lo que a simple vista parece más barato no siempre lo es y, por ese motivo, hay que fijarse en el precio del kilogramo o litro de cualquier producto envasado y comparar. Incluso, hay ocasiones en las que el mismo artículo a granel resulta más costoso que envasado.

 8 ADQUIRIR PRODUCTOS DE TEMPORADA

SUELEN TENER COSTES MÁS AJUSTADOS

Decantarse por artículos de temporada a la hora de cocinar o procedentes de productores locales también puede suponer un considerable ahorro en la cesta de la compra, como afirman profesionales de la comarca.

  

9 APROVECHAR EL CALOR RESIDUAL DE HORNO O VITROCERÁMICA

CONTRIBUYE A FRENAR EL GASTO DE CORRIENTE

Tanto horno como vitrocerámica continúan desprendiendo calor una vez apagados y, por eso, desde firmas vinculadas al sector energético sugieren que se aproveche ese calor residual como forma de ahorro. No tener abierta la nevera más tiempo del necesario o no introducir alimentos calientes también permite frenar el consumo. Disponer de electrodomésticos de alta eficiencia energética también sirve para reducir considerablemente la factura.

  

10 TAPAR OLLAS Y SARTENES

EL CONSUMO DE ENERGÍA SE REDUCE UN 25 %

Diversos estudios de consumo cifran en un 25 % el ahorro que puede conseguirse en la factura eléctrica tapando las ollas y sartenes a la hora de cocinar. También es recomendable emplear en cada caso elementos de la batería de cocina con un diámetro ajustado a la fuente de calor. Si son más pequeños supone un gasto añadido.

La cuesta de enero se ha adelantado este año a diciembre. El fuerte incremento experimentado por los precios de la energía y de muchas materias primas amenaza con convertir estas Navidades en unas de las más caras de los últimos años para las familias barbanzanas. Diversos comerciantes consultados indican que esto ya está teniendo un efecto en el retraimiento del consumo.

Una causa de ello es que algunos bienes de uso generalizado, como la electricidad o los combustibles, se mueven en máximos históricos. Una escalada imparable, iniciada poco antes del verano, que ni la evolución favorable de los precios del petróleo —el barril es ahora nueve euros más barato que en septiembre— ni las medidas puestas en marcha por las autoridades para limitar los beneficios de las eléctricas han detenido.

En este sentido, llenar el depósito de un coche diésel cuesta, a día de hoy en la comarca, 18 euros más que hace justamente un año. Bien es cierto que, por aquel entonces, los precios —la media se situaba en 1,05 euros por litro para el diésel y 1,18 para la gasolina 95— se encontraban en pleno proceso de recuperación tras el desplome del consumo provocado por el confinamiento y la limitación de movimientos a la producción. Si la comparativa se realiza con los años previos a la pandemia, se evidencia que repostar en la zona es un 18 % más caro que la media registrada durante el trienio 2017-2019.

Más escandalosa todavía ha sido la subida experimentada por los precios de la luz que sitúan la factura media de los hogares, según los estudios realizados por varias asociaciones de consumidores, en el entorno de los 120 euros mensuales, cuando hace justo un año no alcanzaba los 65. Esto supone una subida interanual de casi el 87 %, un porcentaje que el Instituto Nacional de Estadística rebaja hasta el 63 %, tal y como aparecen en los datos definitivos del IPC de octubre, publicados la semana pasada.

Este incremento desorbitado de los costes de la energía ha tenido una repercusión directa sobre los costes de fabricación o producción de otros bienes de consumo que se ha percibido de forma especial en la cesta de la compra. Tanto es así que el ascenso medio de los precios en los productos de alimentación en el último mes se sitúa en el entorno del 1,3 %. Los mayores incrementos son los experimentados por la fruta, hortalizas, pero también han subido la pasta, la leche, el pescado y las carnes de ternera y ave.

Col y brócoli

El comerciante de Ribeira Manuel Bello cita entre las verduras que más se han encarecido la coliflor o el brócoli que, indica, han subido sobre un 25 %. Así, el coste actual se sitúa en los 2,25 y los 2,95 euros el kilogramo, respectivamente, cuando el año pasado en estas fechas podían adquirirse a 1,80 y 2,36.

El grelo, por el contrario, señala el empresario se mantiene, pero no así la patata. Algunas variedades gallegas del tubérculo han visto aumentado el valor del kilogramo unos 0,20 céntimos, hasta pagarse a 1,50 euros.

En la fruta, plátanos y algunos tipos de manzana figuran entre las de mayor encarecimiento.

Ternera en alza y cerdo a la baja

Por lo que respecta a la carne, el empresario de Boiro Moncho Boga subraya la escalada del cordero, un producto con una elevada demanda en Navidad. Precisa que el alza varía según el tipo de pieza: «Un cordeiro segoviano de oito quilos vendíase o ano pasado a 14,50 euros o quilo e actualmente está por riba dos 18».

En cuanto a la ternera gallega, cifra el incremento sobre los 0,40 euros el kilo y en el caso del pollo, en unos 0,20. En el polo opuesto se sitúa el cerdo que, comenta, ha visto reducido su coste en unos 0,10 euros el kilo.

Por lo que respecta al pescado, los placeros hablan de subida generalizada. Entrando en detalles por especies, Mónica Luna cita la merluza, que de la media de 10 euros que costaba ha pasado a 14.

En un puesto adyacente, María Mayán comenta que la nécora aguanta, entre los 25 y los 28 euros, «porque houbo bastante». Sin embargo, asegura que «o rape está imposible, para vender a 18 ou 19 euros o quilo». Lo mismo sucede con el rodaballo, que está a unos 35 euros el kilo. La almeja babosa también está disparada y hasta la roja, que se paga a 24 euros. En cuanto a la cigala, sitúa el aumento semanal entre los 5 y los 3 euros, dependiendo del tamaño de las piezas.

José Francisco Caamaño
José Francisco Caamaño alvite

José Francisco Caamaño: «Nin salarios nin pensións van subir en proporción ao custo da vida»

La mayoría de consumidores ven con inquietud el encarecimiento de la cesta de la compra. Un aumento motivado, en gran medida, por el repunte de los costes de producción y de los gastos de transporte debido, a su vez, a la subida de los combustibles.

«Aumentou todo, e moito. Tanto que a situación empeza a ser preocupante porque nin os salarios nin as pensións subiron, nin van subir, en proporción ao custo da vida. Parece que todo temos que pagalo os consumidores e non sei en que vai acabar isto, porque boa pinta non ten», así de contundente se muestra José Francisco Caamaño, de Mazaricos, que lamenta la escasa preocupación que las diferentes Administraciones muestran por la ciudadanía. «O que pasa coa luz ou cos combustibles é un auténtico escándalo, porque boa parte do recibo son impostos. Non parece existir unha preocupación cara aos cidadáns por parte das Administracións».

El mazaricano también se queja de que la subida de muchos alimentos no repercuta en el agricultor, el ganadero o el pescador que los pone en el mercado, sino en simples intermediarios «que se están facendo de ouro a costa de apertar aos produtores e de poñer contra as cordas a moitos consumidores».

En este sentido, José Francisco Caamaño critica las fuertes subidas que han experimentado la leche, pescado, algunos productos cárnicos o las frutas en los puntos de venta, mientras que en origen se siguen abonando a los mismos precios.

Pablo Patiño, placero de Ribeira
Pablo Patiño, placero de Ribeira MARCOS CREO

Pablo Patiño: «O peixe, conxelado ao baleiro non ten problema para consumilo no Nadal»

El vendedor de pescado en el mercado de abastos de Ribeira Pablo Patiño Ouviña señala que «practicamente todo o peixe se encareceu bastante». Como ejemplo cita la faneca grande, «moi demandada nesta época para guisar». En la actualidad está a 8 o 9 euros el kilo, cuando hace unos meses podía comprarse a 5 o 6.

Asegura el placero que el encarecimiento deja su huella en el consumo: «Hai unha redución nas compras. Nestas datas había moita máis xente na praza. Vaise notando porque hai un incremento xeral nos prezos e todo suma ao final».

Entre las especies que más han incrementado su valor figura el lenguado que, dice, supera los 30 euros el kilogramo, frente a los 25 que valía hasta hace poco.

Precisamente, es una de las variedades que también se demanda en estas fechas. Al igual que se hace con el marisco, hay clientes que buscan ahorrar en sus comidas navideñas adquiriendo los productos con antelación. Sobre esto, Pablo Patiño señala que «o peixe, conxelado ao baleiro non ten problema para consumilo no Nadal».

Sin embargo, y dada la inusual escalada de precios, tiene dudas de que a estas alturas pueda compensar: «Non creo que suba moito máis, aínda que tal é como están as cousas resulta difícil aventurar nada e tamén pode darse o caso de que empeore o tempo e haxa dificultades para saír faenar».

Moncho Boga, carnicero de Boiro
Moncho Boga, carnicero de Boiro MARCOS CREO

Moncho Boga: «Intentamos non repercutir o incremento da tenreira, pero teremos que acabar facéndoo»

Pensando en las compras de Navidad, el carnicero de Boiro Moncho Boga intenta amarrar precios con sus proveedores para esquivar la subida de tarifas. Explica que afecta principalmente a un producto tan demandado en estas fechas como el cordero, «disparouse». Al mismo tiempo, procura mitigar el impacto de otros incrementos en sus clientes: «Intentamos non repercutir a suba da tenreira galega. Na suprema o ascenso é duns 0,40 euros en quilo. Estamos aguantando, pero tarde ou cedo teremos que facelo. O canal de animais de 12 meses é algo máis barato».

En cuanto a la posibilidad de congelar la carne con vistas a las próximas comidas navideñas, Boga se muestra contundente: «Eu diría que sempre en último caso. É preferible comer menos. O produto non é o mesmo, hai un cambio de sabores. Eu tampouco creo que os prezos suban moito máis para esas datas. No caso do cordeiro, por exemplo, o meu provedor xa ten acordados os prezos cos criadores para as vindeiras semanas».

Uno de los aspectos que subraya es que en su establecimiento cada vez son más los elaborados que realizan, «incluso picadillos de tenreira, por exemplo, para preparar distintas comidas». Reconoce que la situación está siendo especialmente difícil y que existe una gran incertidumbre: «Non sabemos en que vai acabar todo isto, que afecta moito ás economías familiares».

Alvite

El aumento de costes amenaza la supervivencia de los productores

El consumidor lo paga más caro, pero el productor recibe lo mismo. Esta es, según los agricultores y ganaderos barbanzanos, la realidad de su sector en un escenario donde el brutal incremento experimentado por los costes de producción amenaza con el cierre a numerosas de granjas.

«Dende o verán, o leite subiu seis céntimos nos supermercados e apenas un no campo e así resulta imposible aguantar moito máis tempo. Somos a parte máis débil da cadea láctea, a única que non ten capacidade para repercutir no prezo ao que vendemos a nosa materia prima o incremento dos custos de produción», apunta Óscar Blanco, presidente de Gandeiros de Mazaricos. Lamenta que medidas como el Paquete Lácteo o la Ley de la Cadena Alimentaria no hayan conseguido un reparto más equitativo de la cadena de valor de la leche o evitar la venta a pérdidas, una práctica a la que se ven abocadas ya muchas explotaciones.

A día de hoy, según los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, producir un litro de leche cuesta, de media, alrededor de 0,40 euros a los ganaderos barbanzanos. Sin embargo, solo consiguen venderlo a poco más de 33.

Criadores cárnicos

En igual situación están los productores de carne. El profesional de Porto do Son Carlos Ventoso reconoce que si la situación continúa igual, venderá su cabaña ganadera. Para explicar como se han encarecido sus gastos señala: «Mercaba o saco de 40 quilos de fertilizante para o terreo a 10,50 euros e fun collelo hai unhas semanas e custoume 27. Ía levar un total de 35 sacos e acabei mercando 25. Iso vai influír no crecemento da herba, pero é que se trata duna suba disparatada».

Asegura que «actualmente perdemos cartos. Xa tiña que terme desfeito dos animais». Comenta que criar un ternero durante 10 meses le supone un desembolso medio de 600 euros, a los que debe sumar los 200 de los gastos de matadero y despiece. Comercializa el kilo canal a unos 6 euros y eso que, como afirma, su cosecha anual de maíz le permite obtener la cantidad suficiente de alimento para sus ejemplares.

Por su parte, Roberto García, que cría terneros y potros, manifiesta que «gastamos unhas tres veces máis do que nos pagan a nós». Comenta que ya ha vendido buena parte de sus animales y que «estou pensando en desfacerme de todo».

La situación de los agricultores tampoco resulta nada favorable. Una ribeirense que comercializa fruta, verduras y hortalizas subraya que el precio de las semillas y del fertilizante se ha incrementado: «Pero eu continúo vendendo o repolo a menos dun euro».