«O dito de que 'a letra con sangue entra' non vai co meu método»

A POBRA DO CARAMIÑAL

Un profesor está revolucionando la enseñanza en Barbanza al hacer que los niños aprendan jugando

21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dejará un gran vacío en el Fernández Varela de A Pobra. Roi Pérez llegó hace dos años al colegio para ponerlo todo patas arriba con sus métodos de enseñanza, que nada tienen que ver con los tradicionales y que no solo han conquistado a los niños, sino también a los padres más escépticos. El próximo curso llevará sus lecciones a la escuela unitaria de Caamaño, en Porto do Son, y a unas horas de que acaben las clases, son muchos los que ya lo echan de menos. El maestro lo tiene claro: «Os nenos teñen que aprender xogando, non con fichas. Na lectura e na escritura poden avanzar a través do xogo». Por eso, sus alumnos no se inventan excusas para no tener que madrugar.

Cuatro rincones se reparten entre pupitres: el de las letras, los artistas, los experimentos y los números. En cada uno de ellos se llevan a cabo actividades que ni los más pequeños podrían haber llegado a imaginar. Un robot bautizado como Spidi tiene un gran protagonismo y ayuda a los niños a cumplir sus retos. Así, en el primer rincón, los pequeños lo mueven al mismo tiempo que identifican palabras. Las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental y así lo explica el profesor: «Sobre todo a robótica, que está en auxe. Para estes nenos de 4 e 5 anos resulta realmente interesante e motivador». También en el método Montessori ?caracterizado por agudizar en el niño la independencia, la libertad con límites, respetar la psicología natural y el desarrollo físico y social? encuentra Roi Pérez inspiración, si bien lo lleva a su terreno con la creación de actividades lúdicas.

«Eu tamén aprendo»

Todas las iniciativas que se realizan de la mano de este profesor tienen un punto en común que varía semanalmente según las propuestas que realizan las familias. Las emociones o el universo son solo algunos de los temas en los que ya son expertos los estudiantes del Fernández Varela: «Recordo o día que traballamos sobre os planetas e descubrimos que Urano ten nada menos que 27 lúas. Eu tamén aprendo nestas clases».

La autonomía y el juego libre también tienen un papel relevante. Pérez programa ejercicios que los pequeños deben aprender a realizar por sí solos y que mejoran su creatividad y autoestima. Si por un solo día los adultos pudiesen sumergirse en sus clases, no reconocerían los métodos de enseñanza tradicionales que hace décadas seguramente siguieron. El maestro ha optado por una metodología que contenta a todas las partes: «O dito de que ‘a letra con sangue entra’ non vai comigo nin co meu método».

Natural de Escarabote (Boiro) y con solo 31 primaveras cumplidas es todo un ejemplo para aquellos que creen que la enseñanza debe cambiar con los nuevos tiempos.

Su blog «Un rato e unha lura» consigue involucrar a los padres en la rutina escolar de sus hijos

En las clases de Roi Pérez no hay bostezos y así queda demostrado en un blog que lleva por título Un rato e unha lura, donde el maestro sube fotografías y textos en los que explica los proyectos novedosos en los que se sumergen los pequeños. Así resume el objetivo de este portal web: «O nome parte dos protagonistas da miña primeira programación de aula do 2013, que eran as mascotas. Trátase dun rato que vivía agochado na casa dunha vila mariñeira e unha lura que tiña miles de aventuras no mar. Creouse o ano pasado como nexo de unión coas familias e como unha fiestra aberta ao cole».

Destacan entradas en las que el profesor cuenta cómo los alumnos conocieron Finlandia sin salir del aula. Los niños querían saber cómo el hada mágica de clase hacía sus pompas de jabón: «A auga viña de moi lonxe. Fixemos un pedido e en poucos días chegou ao noso cole auténtica auga finlandesa». Así comenzaron a interesarse por el país. Con información que aportaron las familias analizaron la distancia que hay hasta el país, compararon la catedral de Helsinki con la de Santiago o conocieron el fenómeno de la aurora boreal.