Homenaje al rianxeiro Primitivo Aliste

M. X. B.

BARBANZA

Unas 170 personas despidieron al exsargento de la Guardia Civil ascendido a brigada en Astorga

10 jun 2025 . Actualizado a las 09:10 h.

Ejerció durante los 15 últimos años como sargento en la Guardia Civil de Rianxo, tiempo durante el que se convirtió en una vecino más, al tiempo que ganó un montó de amistades. Por eso, ahora que se ha mudado a Astorga tras el ascenso a brigada, no es de extrañar que Primitivo Aliste Lampón recibiera un concurrido homenaje. Unas 170 personas se dieron cita en Casa Pachín para agradecerle el trabajo realizado y desearle suerte en la etapa que acaba de emprender.

Aunque estaba avisado de la existencia de una comida en su honor, el homenajeado se emocionó ante tanta concurrencia, sorprendido de que fueran tantas las amistades que dejaba en la comarca.

Entre los asistentes se encontraban los exalcaldes Adolfo Muíños y Pedro Piñeiro; el exsenador José Luis Torres Colomer; el coronel Javier Gambrina; el comandante del EVA 10, Javier Barreiro; el concejal de Cultura, Julio Alcalde; el portavoz del PP local, José Luis Castiñeiras; los jefes de las policías locales de Rianxo y Boiro, Rafael Romero y Raúl Frieiro; el presidente del Club Náutico, Elisardo Villanustre; y el responsable de la sociedad de caza de la localidad, Tito Tarela.

Discursos y regalos

De maestro de ceremonias ejerció Antonio Tubío, Maneiro, exjefe de la Policía Local rianxeira. Fue él el encargado de organizar la despedida y tomó la palabra para referirse al compañero, «que continuou na liña de colaboración emprendida polo seu antecesor»; al vecino «que se leva ben con todo o mundo» y, sobre todo, al amigo: «Unha persoa leal, amable e que se fai querer». No dudó en afirmar que «ata me podería casar con el», despertando las risas de los presentes. Finalizó la intervención entregándole una figura de una rianxeira con una inscripción: «Chegou un forasteiro e marcha un rianxeiro».

No fue el único recuerdo con el Aliste emprendió rumbo a su nuevo destino. De manos de Tito Tarela y en nombre de sus colegas de caza, recibió una figura de dos jabalíes. Y Juan González Díaz, su antecesor al frente del puesto local de la Guardia Civil, le dio el regalo de los que han sido sus compañeros de trabajo: un viaje a Canarias.