Abraham Benítez, el Supermán del voluntariado

Solo creyendo en la existencia de personas con superpoderes tendría explicación la apretada agenda de Abraham Benítez Somoza. El ribeirense, que trabaja como dependiente en una tienda de material de construcción, consigue sacar tiempo para entrenar al equipo de atletismo de Ambar y acudir a las competiciones repartidas por todo el territorio gallego; para participar activamente en la organización de diferentes pruebas deportivas, sobre todo aquellas que tienen carácter benéfico; y para confeccionar trofeos y maquetas, también con fines solidarios. Y aún le sobran horas para correr «todos os días menos os sábados».

Su implicación en el ámbito del voluntariado, en el que lleva inmerso desde hace dos décadas, le ha valido para ser distinguido con un premio concedido por la Xunta de Galicia: «Non o esperaba. Cando recibín a chamada quedei moi sorprendido e satisfeito». Pero Abraham Benítez no busca una recompensa por el trabajo altruista que realiza, sino que lo hace por placer: «O que máis me gusta é pasar tempo cos rapaces de Ambar, boto alí a semana enteira se fai falla. Empezar a adestrar con eles marcou un antes e un despois na miña vida».

Ocurrió en el 2015. Él ya tenía experiencia por aquel entonces en la organización de pruebas benéficas y desde Ambar requirieron su ayuda para poner en marcha la carrera de la diversidad. Conoció a los corredores de la asociación y decidió quedarse con ellos: «Fun probar e xa non o puiden deixar. Non é só correr e competir, senón ver como son capaces de desenvolverse, como se senten capaces e independentes».

Durante el parón navideño de los entrenamientos, el ribeirense ha estado dedicado a la organización de su próximo reto solidario, la Milla Heroínas de Sálvora que el próximo día 15 se realizará en Aguiño: «Nesta ocasión reuniremos alimentos e fondos para Cáritas, pero en anos pasados colaboramos con diversas entidades como A Creba, Agadea ou Faibén».

Apretada agenda

Y de cara a los próximos meses, Abraham Benítez ya tiene marcadas en su agenda otras citas, como la carrera solidaria de Castiñeiras, a beneficio de las AMPA de la parroquia; la travesía de Rúa, que busca reunir fondos para la lucha contra el cáncer; o las pruebas de atletismo que se disputarán en Artes y Santa Uxía: «Aínda que prefiro as que teñen carácter benéfico, case nunca lle digo que non a ninguén».

En las primeras, además de ayudar a marcar el recorrido o realizar otro tipo de tareas previas, elabora los trofeos que se llevan los vencedores: «Gústame facer pezas artesanais e empecei para colaborar cun grupo de amigos e, a partir de aí, xa me colleron para facer os trofeos dun feixe de competicións que se levan a cabo pola zona». Incluso tiene confeccionado maquetas de edificios emblemáticos para sortearlas y destinar el dinero a ayudar a personas que lo necesitan.

De todas las actividades en las que participa, el ribeirense se queda con las horas que pasa con los chavales de Ambar: «Son moi cariñosos e agradecidos». Ser testigo directo de su evolución es para él la mejor de las recompensas al esfuerzo realizado: «Día a día aumentan a súa autoestima e nós dámoslle ese empurrón que precisan para saír, para facer actividades e para relacionarse coa xente. Iso é realmente o que buscamos». No duda al afirmar que entrar a forma parte de la gran familia de esta asociación de personas con diversidad funcional le cambió la vida: «Eu alí síntome o home máis importante do mundo e esquézome de todos os problemas».

A nivel de competiciones, Benítez reconoce que no es fácil elegir una de todas en las que echa una mano: «Quizais me decantaría pola travesía a nado da illa de Rúa, porque me gusta moito traballar con Juan Carlos Brión, ao que admiro como adestrador e como persoa».

Como su cabeza es un hervidero de ideas solidarias, el ribeirense le está dando vueltas a una actividad con la que ayudar a un colectivo que, según él, lo merece: «As protectoras de animais. Viña ben organizar unha andaina para elas».

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