Fátima Pérez: «Quien se quiere y puede cuidarse, lo hace pase lo que pase»

L. Veiga RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Abrirá las puertas de su propia clínica de medicina estética en la ciudad de Vigo dotada con tecnología inédita en Galicia

27 ene 2022 . Actualizado a las 11:12 h.

Ha estudiado dirección hotelera en Madrid, ciudad a la que volvió tras una estancia en Estados Unidos. A su regreso a España, la ribeirense Fátima Pérez comenzó a trabajar en la recepción de la clínica madrileña Maribel Yébenes y fue entonces cuando encontró su vocación. Viniendo de una familia de empresarios, siempre había querido emprender y regentar su propio negocio, por lo que tras un año y medio de obras en la calle Ecuador de Vigo inaugura Bonhomia, una clínica en la que pretende traer todo el lujo y prestigio que ha aprendido. La gran apertura tendrá lugar mañana en el número 42, de cinco de la tarde a diez de la noche.

—De los hoteles a la medicina estética es un salto muy grande.

—Siempre quise regentar mi propio hotel, pero en la clínica Maribel Yébenes vi que este mundo está creciendo mucho. Además de realizar buenos tratamientos, la atención al cliente es algo fundamental, porque se trata de una experiencia. Por otra parte, también observé que durante la pandemia el sector de la medicina estética no se había visto tan perjudicado; quien se quiere y puede cuidarse, lo hace pase lo que pase. Aunque me he estado formando como auxiliar de medicina estética, mi trabajo estará sobre todo en la gestión del negocio y en la recepción.

—¿Es fácil emprender tras una pandemia?

—Tanto mis padres como mi hermano son empresarios, diría que tenemos maneras diferentes de ver la vida. Aún así no es fácil, la obra duró mucho más de lo previsto, alrededor de año y medio, y se vio perjudicada por todos los retrasos y dificultades a consecuencia del covid. También asusta un poco porque no sabes si la gente que está dispuesta a invertir dinero en según qué cosas. Quizás después de lo que hemos pasado, las prioridades cambien.

—Además empieza en una ciudad nueva como es Vigo.

—Es una ciudad muy grande que cada vez está más enfocada en los negocios y en los temas sociales. Las luces de Navidad están atrayendo también a mucha gente y la ciudad ya no se centra únicamente en la industria y la pesca. Lo que me da más respeto es comenzar en una ciudad nueva donde no conozco a tanta gente, especialmente cuando mi público objetivo viene en gran medida a través del boca a boca y de haber tenido ya una experiencia previa en la clínica.

—¿Cuál es el sello diferenciador de Bonhomia?

—El haber tenido una experiencia en un centro de prestigio como lo era mi lugar de trabajo me ha ayudado bastante. Se trata de ofrecer una experiencia única, desde que la persona entra por la puerta hasta el último momento con nosotros. Algo que he aprendido durante estos últimos tres años es que la realización de un diagnóstico correcto es lo más importante. Saber qué necesita cada paciente y con qué tratarlo en cada momento. Para conseguir todo esto tenemos a tres esteticistas y una doctora, las mejores tecnologías y una máquina con la que haremos un primer diagnóstico totalmente personalizado y gratuito.

—¿En qué se notan esas tecnologías innovadoras?

—Una de las que he decidido traer es el Emsculpt Neo, la única máquina del mercado dentro de esta tecnología que cuenta con el aval de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos. Tenemos resultados garantizados en modelado corporal, que actúa simultáneamente en la eliminación de grasa y en el desarrollo muscular. Otra tecnología que tenemos, por el momento única en Galicia, es el Alma Q, un láser de doble pulso que nos permite tratar varias patologías y trabajar en una misma sesión en diferentes capas de la piel.

—Los resultados también serán muy diferentes.

—Si algo ha hecho que me decantase por esas máquinas son los buenos resultados que he visto en diversas ocasiones y, por supuesto, he probado. En el caso de la Empsculpt, por ejemplo, hay muchas imitaciones que no tienen el aval de los estudios que tiene esta.

—¿Cómo cree que ha evolucionado la visión que tiene la sociedad de la medicina estética?

—Estos procedimientos han pasado de ser una cosa silenciada a ser algo habitual. Quien más y quien menos se ha hecho algún tratamiento, médico o no, porque ¿a quién no le gusta verse bien? Es algo que en muchas ocasiones afecta a la salud mental y al final esto es lo que me motiva a seguir con esta aventura: poder ayudar a que cualquiera que nos visite pueda salir un poquito más feliz.