«¿Para qué tener abierto si no vas a poder facturar?»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Anxo Rodríguez, Restaurante Cascada
Anxo Rodríguez, Restaurante Cascada Adrián González

Privado de los eventos, el restaurante Cascada cierra hasta primavera

09 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los referentes de las cenas-baile invernales y de la realización de eventos en fechas señaladas como San Valentín o Carnavales, el restaurante Cascada del cámping Ría de Arosa 2, es otro de los damnificados por la pandemia que se ha visto obligado a cerrar sus puertas. Las restricciones impuestas para atajar la crisis sanitaria convierten en imposible mantener la actividad, por lo que el gerente, Anxo Rodríguez, tramitó un ERTE para los trabajadores y decidió clausurar las instalaciones con la esperanza de poder abrirlas en primavera.

Explica el empresario que «nuestra clientela de invierno son grupos y eventos. Intentar mantener la actividad sin ese tipo de usuarios es inviable». Comenta que reinventarse era complicado: «Tenemos dificultades para desarrollar otro tipo de negocio tal y como está la situación».

Se da la circunstancia de que a principios de año, el restaurante Cascada fue objeto de una importante reforma para actualizar las instalaciones e introducir variaciones en su carta. La pandemia ha trastocado sus proyectos y Anxo Rodríguez manifiesta que no quedaba otra alternativa: «¿Para qué tener abierto si no vas a poder facturar?».

Pese a lo delicado de la situación, el hostelero expresa su deseo de contribuir en un momento tan complicado: «Si podemos poner nuestro grano de arena para frenar la expansión del virus, malo será que no aguantemos el invierno en blanco».

Cámping operativo

El restaurante cierra, pero el cámping continúa abierto. Precisa Anxo Rodríguez que tienen clientes habituales, personas cuyas caravanas o cabañas están en el recinto y acuden de manera regular. Eso sí, ahora no podrán acceder al servicio de comedor.

Indica que «nuestra clientela se ha comportado de forma excelente. Nosotros aplicamos protocolos propios cuando aún no habían sido fijados y pusimos las herramientas necesarias para garantizar una estancia segura.

Este no es el único negocio que regenta Anxo Rodríguez, que también posee en A Pobra un cámping y un local, La Chiringuita, que funciona en temporada estival. Precisamente, con el propósito de buscar alternativas de negocio explica que está ultimando los detalles para que en estas instalaciones puedan impartirse cursos de cocina.

Con vocación emprendedora, Anxo Rodríguez también asumió el reto de la gestión del faro de Corrubedo para convertir en hotel las distintas construcciones que integran el complejo y en restaurante el edificio que alberga la linterna.

La obra de rehabilitación ya ha comenzado, pero no cabe duda de que la crisis sanitaria puede implicar alteraciones en su futuro funcionamiento. Pensando en ello, comenta que gestiona con la Autoridad Portuaria de Vilagarcía modificaciones en el modelo de negocio. Sin querer entrar en detalles, avanza que el proyecto hotelero continúa adelante.