La Navidad ha dejado muy buenas sensaciones entre marineros y mariscadores de Barbanza y de la Costa da Morte. El precio del marisco y del pescado en las lonjas se ha disparado por la gran demanda existente en la península y también, hay que decirlo, en algunos casos gracias al mal tiempo que provocó un importante desabastecimiento del producto.
Aún así, todavía queda mucho camino por recorrer para que el producto de estas zonas esté considerado como se merece. Las autoridades competentes tienen la obligación de apoyar a estos colectivos y ayudarles a poner en valor sus productos y también su profesión. Desde algunas agrupaciones de profesionales se insiste en la necesidad de que la Administración aumente las ayudas para vigilancias y dote de más medios a los servicios de inspección.
En la localidad carnotana de Lira hay una reserva marina, la única existente en toda la costa gallega, a la que acuden a faenar embarcaciones de diversos municipios de la ría de Muros-Noia y también de la Costa da Morte.
El tesón y el convencimiento de un grupo de personas hizo posible que esta iniciativa saliese adelante. Al principio contó con un fuerte apoyo de las autoridades, pero con el paso del tiempo las ayudas fueron menguando.
Fue un proyecto pionero y que nació con unas grandes expectativas. Tuvo momentos muy difíciles pero parece que empieza a levantar el vuelo. Incluso hay una iniciativa para ampliar la zona a otros municipios próximos.
Las cotizaciones de las últimas semanas hacen pensar en que si se cuida, el mar puede ser agradecido con aquellos que lo miman.