Una casa que aspira a convertirse en museo

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Villa Eugenia tuvo como inquilinos a Valle-Inclán o Antonio Abal, inventor de una cura contra la sífilis. Ahora busca nuevo propietario

20 abr 2019 . Actualizado a las 20:52 h.

Hay ciertos edificios que respiran historia por los cuatro costados, ya que bajo su techo vivieron unos singulares inquilinos que acabaron convirtiéndose en referentes a nivel mundial. En la comarca hay varios ejemplos de casas de ilustres escritores o políticos, y entre ellas está Villa Eugenia, una singular construcción de 1870 anclada en pleno casco urbano pobrense -justo detrás de la casa consistorial-, que tuvo entre sus inquilinos a Ramón María del Valle-Inclán y a su familia, así como al doctor Antonio Abal Hermo, inventor de una cura contra la sífilis. Este último, que fue director del hospital de los Reyes Católicos, era el propietario de la vivienda cuando se la cedió al creador del esperpento, que utilizó el ático del inmueble para escribir algunas de sus obras más famosas como Cara de plata, Luces de Bohemia, La cabeza del Bautista, o Tirano Banderas.

Después de pasar por cuatro generaciones de la misma familia, los actuales propietarios han decidido poner a la venta este edificio, del que destacan su gran valor cultural e histórico. «Además de los años que vivió aquí Valle-Inclán y su familia, hay que destacar la gran importancia de Antonio Abal, un médico muy bueno que inventó una inyección contra la sífilis y con ella ayudó a salvar miles de vidas, algo que yo considero muy importante», afirmó José Luis Bandín, que junto a sus dos hermanos heredó la propiedad tras la muerte de su madre el año pasado.

Otro dato que también añade más interés a este inmueble pobrense procede de la mujer del doctor Abal, Eugenia Neyra y Gasset, que da nombre a la villa. «Pertenecía a la familia de Xunqueiras, una de las más importantes de la época, con propiedades de aquí y hasta Santiago. Además, era tía de Ortega y Gasset, quien también estuvo en esta casa junto con Castelao», apuntó Bandín.

Venta internacional

Todos estos ingredientes hacen que Villa Eugenia se haya convertido en una auténtica joya de la historia pobrense, y también en un reclamo para encontrar un futuro propietario en cualquier parte del mundo. De hecho, la inmobiliaria que se encarga de tramitar la posible venta de esta propiedad la está gestionando a nivel internacional.

Los propietarios también estarían encantados de que fuera alguna institución pública, desde el Concello hasta la Xunta, la que se hicieran con esta vivienda, aunque tendrían que estudiar las posibles ofertas. «Yo creo que es un inmueble que tiene suficiente peso histórico para formar parte del patrimonio del pueblo», señaló Bandín.

La vivienda, que está a la venta por 660.000 euros, dispone de unos 300 metros cuadrados de superficie repartidos en dos plantas y un ático, además de contar con un pequeño jardín. Aunque ha sufrido pequeñas reformas para adecuar las estancias a los nuevos tiempos, la villa conserva todo el encanto de aquellos años en los que Valle-Inclán recorría sus pasillos.