El tesoro

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

CHay varias versiones, pero en esencia vale cualquiera para el caso que nos ocupa. Visitaba Madrid el actor Danny DeVito, corría el año 2001 y el alcalde Álvarez del Manzano tenía patas arriba la capital con 800 puntos en obras. Le preguntaron al actor qué le parecía la ciudad y respondió: «Muy bonita, pero lo será más cuando encuentren el tesoro» (otras versiones apuntan a «avísenme cuando encuentren el tesoro»).

Supongo que algo parecido pensará un foráneo que entre en Boiro por Espiñeira y se encuentre siempre abierta una zanja y dos operarios regulando el tráfico. Porque sin duda estamos ante los 50 metros de asfalto con más cicatrices de Barbanza, posiblemente de Galicia. Parafraseando al incisivo Quevedo, con más cardenales que el Vaticano. Y no estaría mal tanto abrir y cerrar la vía pública, visto desde la creación de empleo, si no fuese costeado con el dinero de todos.

Se rumorea que allí se instaló en su día una tubería defectuosa para el agua potable, que ya estaba más quemada que la pipa de Sitting Bull (Toro Sentado). Se deja caer que alguien consintió deliberadamente tal error, pero no se explica -por lo menos de forma convincente- por qué no se pone remedio definitivo. Como en otras ocasiones, tanto en la política como en la vida civil, se va la fuerza y el tiempo en destacar lo malo del pasado sin resolver en el presente para mejorar el futuro. Como si el simple hecho de evidenciar o denostar al predecesor se convirtiese en una solución. Como si ese problema del pasado, una vez superado un plazo razonable, no fuese una incompetencia y una vergüenza del presente.