El aumento de la morosidad de los inquilinos frena el alquiler de pisos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

Las inmobiliarias aseguran que la demanda de viviendas es muy inferior a la oferta

03 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un período de explosión en la venta de pisos, llegó la crisis del 2008 y la economía se paralizó durante varios años, siendo el mercado inmobiliario el principal afectado. Ahora parece que la situación mejora, aunque la compra continúa siendo baja. Los profesionales explican que el mercado se divide en dos grandes segmentos: quienes tienen poder adquisitivo y reclaman viviendas de lujo, y los que disponen de unos ahorros y buscan inmuebles que se ofrecen muy por debajo del precio de coste. Lo que sí detectan responsables de agencias consultados es un aumento de la demanda de pisos en alquiler, que es muy superior a la oferta. No es que escaseen las viviendas vacías, todo lo contrario, lo que sucede es que también hay una elevada morosidad de los inquilinos en el pago de las mensualidades y muchos propietarios prefieren tenerlos desocupados.

Alfonso Gago, propietario de una inmobiliaria en Ribeira, manifiesta: «La gente tiene miedo a quienes ocupan una casa y luego dejan de pagar, porque cuesta trabajo y dinero desalojarlos, y a los destrozos, ya que los precios se mantienen igual que hace unos años y si tienes que pagar arreglos, no compensa».

Análisis de cada cliente

El dueño de otra agencia, Domingo Molinos, reconoce que «hai moito impago» y precisa que antes de aceptar a un inquilino se realiza un estudio. En este sentido, Molinos explica: «Míranse as nóminas dos últimos meses e a súa capacidade de pago. Tamén se fai unha especie de currículo. É dicir, consúltase si se trata dunha persoa que xa tivo problemas noutro sitio ou non».

Por su parte, el profesional muradano David Miranda subraya: «As referencias son básicas. Nós sempre fixemos comprobacións, non é algo de agora. Os clientes que invisten nas vivendas poñen moitos reparos á hora de alugar».

Aunque la demanda va en aumento, los precios se mantienen invariables. En esto también coinciden los agentes consultados. En Ribeira o Boiro, por ejemplo, un apartamento puede conseguirse por 250 euros, y un piso de tres habitaciones, por 300.