Dado que también hubo una avalancha de nuevas firmas, el tejido económico solamente tiene 106 compañías menos que antes de iniciarse la recesión
22 nov 2014 . Actualizado a las 05:02 h.El tejido empresarial barbanzano, como el español y el gallego, sufrió una transformación total en los últimos años. En la comarca, según datos oficiales, se destruyeron nada menos que 4.176 empresas desde el 2008, el año que arrancó la crisis, hasta finales del 2013. Falta saber qué ha ocurrido en el 2014, un ejercicio del que, dado que no está acabado, aún no hay cifras. El caso es que, durante la recesión, también se crearon un sinfín de negocios nuevos fruto, en la mayoría de los casos, de la necesidad de muchos asalariados que perdieron su empleo de probar suerte como emprendedores. Nacieron un total de 4.070 firmas. Por lo que en realidad a finales del 2013 solo había en la zona 106 compañías menos que antes de iniciarse los malos tiempos económicos.
Teniendo en cuenta esas cifras, podía pensarse que las cosas no fueron tan mal para la economía barbanzana. Pero no hay que engañarse. El problema, tal y como a menudo denuncian los sindicatos, está en que los nuevos negocios poco tienen que ver con los que se fueron yendo a pique. Los actuales, en su mayoría, son comercios o pymes que apenas logran generar puestos de trabajo. De ahí que con casi el mismo número de empresas funcionando en la comarca haya dos mil parados más que cuando arrancó la crisis. Está claro que no es un problema de la cantidad de firmas existentes sino de que las nuevas son de muy pequeño tamaño y de que muchas de las supervivientes a la recesión tuvieron que reducir plantilla. Por ejemplo, recientemente se puso en marcha una gasolinera en el polígono rianxeiro de Te. Se crearon ocho puestos de trabajo. En el 2008, se trataría de un caso de tantos. En el contexto actual tiene relevancia.
Por municipios
Al igual que el desempleo no se comporta de igual manera en todos los municipios de Barbanza, tampoco lo hace la destrucción y creación de empresas. Hay algunos concellos que tenían a finales del año 2013 más firmas en activo que cuando empezó la crisis. Se trata de Boiro, Ribeira, Muros y Porto do Son. En el otro lado de la balanza están A Pobra, Carnota, Lousame, Noia, Outes, Rianxo y Mazaricos, donde sí fueron a menos los negocios.
Pero hay que insistir en que todos los municipios perdieron capacidad económica. No en vano, aunque se crean numerosas empresas, casi todas en el ramo comercial, muchas de ellas no tienen consistencia y desaparecen de la noche a la mañana.