Coroño, el río de la vergüenza

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Por una tubería rota manan aguas sucias desde hace semanas en Ponte Goiáns.
Por una tubería rota manan aguas sucias desde hace semanas en Ponte Goiáns. CARMELA QUEIJEIRO< / span>

Los vertidos de aguas residuales se suceden a pesar de la importancia que tiene el cauce para los boirenses

03 nov 2014 . Actualizado a las 07:50 h.

El río Coroño es el cauce más importante de Boiro, tanto por su caudal como por el servicio que presta al municipio, ya que desemboca en la playa de Barraña, emblema turístico del término con bandera azul y Q de Calidad; banco natural de bivalvos, y, en su parte más alta, tiene un punto de captación de agua potable que, hasta no hace mucho, abastecía en exclusiva a los domicilios. Esa importancia es inversamente proporcional a la que le han dado los gobiernos locales. A día de hoy, es una asignatura pendiente que debería tener la consideración de «llave», es decir, que, como ocurre en la universidad, sin superar dicha materia no se obtiene el aprobado. Porque los vertidos de aguas residuales son una constante.

Hace unos cuarenta años se abordó la presumible primera intervención para sanear el río con la construcción de una depuradora a la altura de Pozo Negro, estación que nunca funcionó al cien por cien, y que dejó de hacerlo totalmente en un tiempo relativamente corto. La construcción acabó con un paraje natural excepcional y las aguas sucias que desembocaban en el cauce antes de realizarla se multiplicaron al canalizarse hacia la planta la mayor parte del alcantarillado de la villa. Es decir, si antes de la obra llegaban al río las aguas residuales de los casas próximas, cuando se construyó el primer alcantarillado de Boiro se intentó que pasaran por esta estación todas las aguas sucias para ser sometidas a tratamiento.

Ruinas a la vista

La depuradora que acabó con Pozo Negro, lugar en el que hasta entonces se bañaban los niños de Boiro, aún muestra hoy en día sus ruinas. Puede decirse que fue el primer monumento al despilfarro, no por lo que se pretendía con ella, sino más bien porque nunca cumplió su cometido, y de solución pasó a ser problema, además de una agresión al medio ambiente hoy impensable.

Ya en democracia, los gobiernos municipales fueron sucediéndose y abordando actuaciones con el pretendido fin de acabar con la contaminación del Coroño. En varias ocasiones incluso se anunciaron como el saneamiento integral del río, pero la realidad ha sido terca constantemente desdiciendo los anuncios con puntos que emanaban aguas sucias.

Las últimas denuncias se han producido estos días, ya que, cerca del área recreativa en la que se han rehabilitado varios molinos, puede verse una tubería rota de la que emanan líquidos pestilentes desde hace varias semanas. Un poco más abajo, ya cerca de la antigua depuradora, que se encuentra en desuso, hay otra tubería por la que, de vez en cuando, salen residuos líquidos. Se da la paradoja de que esta zona es visitada por personas interesadas en ver las aceñas restauradas, circunstancia que no hace más que evidenciar que la recuperación de este entorno sigue siendo una asignatura pendiente.

Barraña, en peligro

Vecinos del lugar denuncian reiteradamente estas incidencias y advierten que de persistir estos focos contaminantes, la playa de Barraña puede acabar pagando las consecuencias, como ocurrió antaño, cuando incluso llegó a figurar en la lista negra de las zonas de baño gallegas contaminadas, cuando vertían directamente a ella tanto el Coroño como el Breiro las aguas del alcantarillado de la villa.

Residentes en las proximidades y boirenses que acuden a la zona apuestan porque, de una vez por todas, se realice un estudio riguroso encaminado a recuperar el río Coroño en su integridad, especialmente en el tramo más castigado, que es el que va desde Ponte Goiáns hasta la desembocadura. Precisamente, a esta altura se encuentra el embarcadero de la Torre de Goiáns que, con el cauce rehabilitado y con sus lodos dragados, podría convertirse en un lugar para el disfrute del ocio de boirenses y visitantes.

Residentes y boirenses apuestan por una recuperación integral del paraje