Ribeira y Boiro acumulan el mayor número de solicitudes. Concellos como Rianxo y O Son se plantean ampliar la superficie de venta
10 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La crisis hace que florezca el autoempleo de las formas más diversas. El sector comercial es una de las actividades en auge en estos tiempos y, de la misma forma que cierran establecimientos porque no pueden hacer frente a la caída del consumo, abren otros regentados por desempleados que no se resisten a esperar que lleguen tiempos mejores. También los mercadillos semanales que se instalan en los municipios de la comarca están en el punto de mira de quienes buscan una alternativa económica. Por eso, en todos ellos hay lista de espera para conseguir una plaza.
Según los datos recabados en los ayuntamientos, al menos unos 300 autónomos aguardan que llegue su oportunidad para poder montar un puesto ambulante. La lista más abultada es la de Ribeira, que supera largamente el centenar.
El responsable municipal encargado de tramitar las autorizaciones explica que las peticiones se han incrementado desde el inicio de la crisis y precisa que bastantes de los nuevos demandantes son personas que se vieron obligadas a cerrar su negocio e intentan dar salida a la mercancía que pagaron y se quedó en los almacenes.
Falta de espacio
El problema en Ribeira, al igual que en otros municipios, es que no hay espacio material para permitir la instalación de más puntos de venta. El edil de Mercados, Vicente Mariño de Bricio, indica: «La única alternativa es que haya bajas, pero es difícil porque los puestos suelen traspasarse entre familiares».
También en Boiro acumulan una suma importante de peticiones, que el regidor, Juan José Dieste, sitúa en unas 56. El tercer municipio con una elevada demanda es Rianxo, el teniente de alcalde explica que 29 solicitantes han entregado ya la documentación y que otro medio centenar han expresado su interés, aunque todavía no han presentado los papeles requeridos.
La lista de espera en los restantes concellos es bastante inferior, pero los regidores se plantean atender esta demanda. Es el caso de Porto do Son. El mandatario, Luis Oujo, comenta que hay una decena de interesados y que desde el Concello se estudia la posibilidad de ampliar la superficie de venta. Este incremento del espacio requiere que, previamente, se acometa el proyecto de peatonalización del Camiño Novo que tiene en mente el ejecutivo.
En la actualidad, el mercadillo de Porto do Son extiende sus mostradores por las calles Trincherpe, Camiño Novo y plaza de España. Con la peatonalización, la superficie a ocupar sería mayor. Además, el ejecutivo quiere intensificar los controles para que el tamaño de los puestos se adecúe al permiso concedido.
También en Rianxo estudian dar cabida a más vendedores, en un intento por facilitar la búsqueda del autoempleo.
Sin embargo, desde todos los ayuntamientos insisten en que resulta difícil habilitar más espacio porque eso repercutiría negativamente en el conjunto de los vendedores y de los clientes, dado que sería necesario juntar más los expositores. El caso más llamativo es el ribeirense, dado que el mercadillo ocupa la práctica totalidad del espacio portuario disponible.