Más Loquillo que nunca

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA

BARBANZA

C. QUEIJEIRO

En directo | Maratón musical Melodías de grupos legendarios como Danza invisible, Loquillo y de supervivientes como El hombre gancho llenaron la noche de Boiro en el arranque de las fiestas

03 jul 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Era el más esperado de la noche, que por algo es un rey del rock and roll con 25 años de escenario, y fue recibido como sólo pueden serlo los grandes. Loquillo y los trogloditas se hicieron esperar en la fría noche boirense, pero los incondicionales que aguantaron las cuatro horas de conciertos e interminables cambios de instrumentos no salieron defraudados. Loquillo fue más que nunca animal de rock and roll en peligro de extinción El catalán se abrió con un seguro «Boas noites» para, acto seguido, declarar a la concurrencia que el concierto se dedicaba a la memoria de otro grande, el fallecido Marlon Brando. Loquillo se estrenó en Boiro con el tema que da título al último trabajo discográfico de la banda, Arte y ensayo . El cantante se encontró con un público al que su antecesor en el escenario, Danza invisible, se había encargado de hacer entrar en calor con la interpretación de temas tan conocidos como A este lado de la carretera o Catalina . Los malagueños, que repasaron los temas de su completa discografía, desde el más reciente Frío en el corazón hasta Dame de beber , no dieron pie a que su selecto auditorio se dejase vencer por la gélida noche. El cantante Ojeda no paró de moverse ni un segundo y se despidió del público invitando a la concurrencia a subir al escenario para hacer los coros. Con tanta gente dispuesta a participar en Operación triunfo sorprende que sólo media docena de personas se atreviesen a vivir un minuto de gloria. La debutante De abrir esa especie de maratón musical organizado por la comisión de fiestas se encargó, a las diez de la noche, la jovencísima Belén Arjona. Tras ella llegó un grupo cordobés, El hombre gancho, que acaba de publicar su tercer disco: Navegantes . Mikel, el líder de este conjunto que se denomina a sí mismo como un superviviente en el difícil camino de la música echó el resto por conquistar a un público que en ese momento de la noche todavía no estaba demasiado caldeado y eso que los cordobeses quisieron hacer amigos, e incluso se ofrecieron a vivir de lleno la movida boirense.