«El oficio de artesano perdió esencia»

La Voz

BARBANZA

ELENA F. MILLARES LA ENTREVISTA Manuel Rivas Varela, escultor santiagués que expone su obra en Boiro

08 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El aula de cultura Ramón Martínez López de Boiro, expone hasta el día 15 la obra de Manuel Rivas Varela. Este compostelano de 72 años e hijo de un importante escultor gallego, estudió Bellas Artes en Compostela. Entre sus actividades destacan la restauración de imágenes e iglesias de villas gallegas. Además, varias de las gárgolas de la fachada norte de la catedral nueva de Vitoria, llevan su firma. Su experiencia es reflejo de la enseñanza en los tradicionales talleres del gremio. _¿Qué recuerdos tiene del taller de su padre? _Desde pequeño aprendí con él, que tenía varios talleres en Santiago; así nací inmerso en ese ambiente. Incluso mis nueve hermanos se dedican al oficio; dos de ellos en Francia y otros en Brasil. La verdad es que todo lo que sé lo aprendí de mi padre, él merece los honores. Fueron años en los que fui testigo de su trabajo y comenzó mi interés. _Con el tiempo profesionalizó ese amor al arte. _Comencé en la escuela de Artes y Oficios de Santiago a los dieciséis años. Allí estudié durante cuatro inviernos y me formé en trabajo lineal y dibujo artístico, que siempre fue lo que más me atrajo. Además, hice cursos de modelado. Luego trabajé veintidós años en el hospital de Conxo, enseñando, junto con cinco monitores, manualidades a cien enfermos. Después, con uno de mis hermanos, en la catedral de Vitoria. _Su trayectoria no se restringe a la escultura. _Son ya muchos años en el mundo del arte. Recuerdo que de pequeño y hasta ahora, siempre me gustó aprender un poco de todo en este sector, y hace cuatro años me introduje un poco más en la pintura. En la exposición hay varios relieves de madera y cuadros; pero una de mis piezas preferidas es el Paso a la juventud, escultura de castaño. No obstante, mi mejor trabajo es el sagrario, que junto con mis hermanos, hicimos en Moaña. _¿Echa de menos algo en las artes de hoy en día? _El viejo oficio de artesano ha perdido su esencia. Antes, cada escultor tenía a su cargo un aprendiz al que le enseñaba todo lo que sabía. Con el tiempo y la convivencia, el pupilo adquiría los conocimientos de su maestro. Todo esto no se hace hoy, porque resulta demasiado caro; dicen. La gente no se anima, y el gremio pierde su orientación.