Lo que llueve en Caldas, desborda en Ribadumia

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

El agua seguía ayer estancada en muchas fincas de la parcelaria de Oubiña.
El agua seguía ayer estancada en muchas fincas de la parcelaria de Oubiña. mónica irago< / span>

Las precipitaciones caídas río arriba duplicaron durante el fin de semana a las registradas en la comarca de Arousa

16 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Por tercera vez en lo que va de año el río Umia se desbordó a su paso por los municipios arousanos. Y, de nuevo, las cifras de precipitaciones registradas en esta comarca no parecen justificar el nivel que alcanzó este cauce. Porque aunque este fin de semana llovió, solo el viernes se produjeron unas precipitaciones más intensas de lo normal. Entonces, cayeron 45 litros por metro cuadrado. Quizás la explicación del desbordamiento del Umia haya que buscarla río arriba. En Caldas, corroboran en Meteogalicia, llovió durante el pasado fin de semana el doble que en Arousa.

Explican los técnicos de este servicio de predicción meteorológica que siempre llueve más en el interior que en la costa. Y así fue durante este fin de semana. Mientras en la estación de Corón, en Vilanova, se registraron 45 litros por metro cuadrado durante el viernes, en Caldas rondaron los cien litros. La intensidad de las lluvias descendió notablemente durante el sábado. Tanto, que en Arousa apenas hubo trece litros. Río arriba, en cambio, cayeron 22 litros. El domingo fue, sin duda, la jornada menos lluviosa y en las inmediaciones de la ría hubo 8,6 litros. Aunque también fueron escasas, en Caldas las precipitaciones fueron casi el doble.

En esta disparidad de cifras podría estar la explicación de por qué el Umia se desbordó, una vez más, a su paso por los municipios de Meis, Ribadumia y Vilanova. «El problema es que tierra adentro, por donde va el curso del río, sí que llovió», explican en Meteogalicia. De ahí que, al venir tan cargado de agua, perdiese sus márgenes a su paso por la comarca arousana, que es una zona donde el curso es menos pronunciado. Aún así, son muchos los vecinos que ven en el embalse de Caldas la explicación a estas inundaciones, que cada vez son más frecuentes.

Fincas inundadas

El nivel del río volvió ayer a la normalidad, tras dos días de inundaciones. Las pistas de la parcelaria de Ribadumia volvieron a abrirse al tráfico pero en las fincas que la rodean todavía se podían ver grandes bolsas de agua. Y es que el sistema de drenaje de estos espacios no funciona correctamente y muchas de estas parcelas tenían agua estancada que, sin duda, todavía tardará unos días en irse.

Advierten que entra agua por las ventanas del Hospital do Salnés

El mal tiempo no solo se ha dejado notar en las orillas del río Umia. «Como cada vez que chove e fai vento», el agua se cuela en algunas habitaciones y despachos del Hospital do Salnés, según advirtieron algunos pacientes y confirmaron trabajadores de ese centro sanitario. Explicaron estos últimos que la lluvia se filtra desde el exterior por los márgenes de las ventanas de algunos despachos de la planta baja y de varias habitaciones de la segunda. El Sergas no pudo ayer informar al respecto de las deficiencias denunciadas.

El asunto ha causado estupor a algunos de los usuarios de estas instalaciones médicas. Sin embargo, no sorprende a los profesionales de este centro sanitario. «Non é algo novo deste ano; se coinciden vento e choiva, entra auga nalgunhas habitacións. Ven sendo así dende hai tempo», comentaban ayer integrantes de la plantilla del hospital.

Así que, según relatan, cada vez que la lluvia llega acompañada de una dosis adecuada de viento, la escena se repite. Para contrarrestar el agua que se filtra por las ventanas, se echa mano de remedios caseros para intentar frenar su avance. «Colocar toallas ou empapadores» es, según relatan desde el centro, una de las fórmulas a las que más se recurre en tales situaciones.