Dos grandes defensoras de una vida sin plásticos

m. santaló VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Las jóvenes de Vilagarcía son las precursoras de un grupo de Facebook en el que se organizan limpiezas de playas

13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tienen 21 y 20 años respectivamente, pero Sabela Mosteiro e Iria Vidal están totalmente concienciadas con la preservación del medio ambiente. Estas vecinas de Carril dedican parte de su tiempo libre a sumergirse en la búsqueda de información para profundizar sobre el entorno en el que se mueven y el que les queda un poco más lejos. Hablar con ellas es ahondar en cuestiones como el séptimo continente. Ese que se encuentra en el corazón del Pacífico y que recibe también nombres como platisfera e isla de la basura. Esto último, tal y como recuerdan las jóvenes, es lo que es: «as correntes propician que toda o lixo quede almacenado nesa zona, provocando grandes problemas para os desprazamentos dos animais mariños».

Al hablar de basura, Sabela e Iria ponen rápidamente el foco en el plástico. «Consumimos moito máis do necesario. Inventouse ata a froita envasada, algo totalmente inútil, que non fai outra cousa que incrementar o número de plásticos que podemos encontrarnos». Abogan por buscar alternativas: pajitas de papel reciclado en lugar de plástico y bolsas de tela para hacer la compra son algunas de sus sugerencias. Y es que lo pueden decir más alto, pero no más claro: «Os plásticos non se desfán, convértense en microplásticos, contaminando o planeta e regresando aos nosos pratos a través dos animais que comemos». Con los de mayor tamaño, más de los mismo. «Tartarugas e delfíns confunden as bolsas de plástico con medusas», señalan.

Hablando de plásticos, reciclaje.... avanza la charla. Va derivando hacia su realidad más cercana: a Carril y a esas playas que visitan cada verano y que este invierno se encontraron hasta arriba de basura. Algo que les hizo profundizar en el medio ambiente y en todas esas cuestiones que defienden activamente.

El paseo que lo cambió todo

Fue uno de esos muchos paseos que dan con sus perras lo que llevó a Sabela e Iria a mirar con otros ojos, más observadores, su entorno. «Cando saímos é vemos lixo, tendemos a recollelo, pero houbo un día no que nos atopamos con bolsas de raticidas que chamaron a nosa atención», cuentan. Pensaron en sus perros, y en todos los niños que podían pasar por allí y jugar con las bolsas. Algo en la cabeza les hizo replantearse, en ese momento, la forma en que las personas interactúan con el medio en el que viven. Recogieron todo lo que pudieron y se hicieron otra pregunta: «¿Somos as únicas que pensamos así?». Estaban convencidas de que no, así que se lanzaron a crear un grupo de Facebook cuyo nombre lo dice todo. «Limpeza de praias». Y así fue como nació, en diciembre, la primera quedada para limpiar las playas de la capital arousana. Ya lo adelanta, habrá más.

Fueron las obras en el paseo marítimo las que impidieron que, desde entonces, no hubiera nuevos encuentros. Pero, esperan volver pronto. Tienen varias ideas en la cabeza. «Queremos crear unha especie de comunidade, con actividades despois da limpeza, que animen a xente a apuntarse. Un bo ambiente é fundamental», sostienen.

Charlas en colegios

Por lo pronto, Sabela e Iria comenzarán a dar charlas en los centros escolares de la ciudad. El primero en recibirlas será el de Carril: el próximo día 22, las jóvenes ofrecerán un coloquio a los alumnos de sexto de primaria para introducirlos en la problemática que ocasiona no respetar el medio ambiente. Después, acudirán con ellos a la playa para participar en una limpieza.

¿Se plantea alguna de las dos jóvenes enfocar su futuro en algo vinculado con el medio ambiente?. Solo Sabela dice que sí, que se inscribió en un curso para ser guía de parques naturales y que le encantaría poder contar sus historias y como preservarlos. Los ojos se le iluminan al hablar de Cortegada. Y, es que, cuando la isla ardió, esta carrilexa no dudó en lanzarse a cargar calderos de agua descalza. Sabela e Iria no solo hablan bien, también se ponen manos a la obra.