Pequeñas lecciones contra los incendios

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso RIBADUMIA / LA VOZ

RIBADUMIA

MARUXA ALFONSO

El Seprona explica a los alumnos del CRA de Ribadumia cómo cuidar los montes

01 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pequeños estudiantes del Centro Rural Agrupado (CRA) de Ribadumia recibieron ayer la visita de dos agentes de la Guardia Civil, más concretamente del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Su tarea era de la enseñar a estos niños, de entre 3 y 5 años de edad, a prevenir los incendios forestales y a cuidar de los animales. Los pequeños escucharon atentamente todo lo que tienen que hacer cuando van al monte, desde evitar tirar basura hasta pedirle a sus padres que tengan cuidado con las colillas. Y aprendieron también cómo se debe tratar a los animales, sobre todo, cuando estos están asustados.

Un simple cristal que se deje atrás puede ser el responsable de un incendio forestal en el que se quemen hectáreas y hectáreas de monte. Esta fue una de las lecciones que los estudiantes de Ribadumia aprendieron ayer. Por eso nunca se debe dejar basura tirada cuando se va de paseo por este tipo de terrenos. También deben recordarles a sus padres, si fuman, que tienen que tener cuidado con las colillas. Con estas lecciones, el cabo Héctor trató de concienciar a los pequeños para que con su comportamiento ayuden a prevenir los incendios. «Con esto conseguiremos que cuando vayan con sus padres al monte hagan fuerza y, por ejemplo, no tiren residuos», explicó.

Pero fue sin duda la parte de los animales la que más gustó a los pequeños. El agente Rubén les explicó cómo rescataba a los caballos del monte que tenían trancas en las patas. «Temos que falarlles moi baixiño e ir pola parte de diante. Hai que tratalo con cariño porque está asustado», relató. Les mostró, a continuación, las herramientas que utilizan en su trabajo diario, desde unos guantes para coger a las aves rapaces, una vara para retirar las serpientes o el lazo que emplean para los perros. «Antes de acariciar a un perro tenéis que preguntarle a su dueño», les contó. Consejo que, por supuesto, ninguno de estos pequeños siguió en cuanto una pequeña perra irrumpió en el aula. Fue la sorpresa del día.