La plantilla de Atunlo inicia movilizaciones en O Grove ante una oleada de sanciones y despidos

La Voz O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Denuncian el «uso perverso» de una herramienta implementada para «premiar» la productividad y que se está empleando, dicen, para todo lo contrario

09 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El horizonte sigue siendo negro para la plantilla de la conservera Thenaisie Provoté. El futuro del Casino está envuelto en brumas. El final de la temporada turística ha arrojado al paro a una buena cantidad de vecinos de O Grove... En este momento delicado para el empleo en la villa meca, se hace pública la situación que atraviesa la empresa Atunlo, cuya plantilla iniciará el próximo miércoles, con una concentración, una cadena de movilizaciones para visibilizar la situación de «maltrato» que afirman estar sufriendo.

Según explicaron representantes de la plantilla pertenecientes al sindicato CIG, desde hace aproximadamente un año, la dirección de la empresa está utilizando una herramienta informática instaurada para «premiar en nómina a produtividade das traballadoras» para hacer, justamente, lo contrario. Desde finales del 2020, tras varios meses de trabajo a destajo a consecuencia de la crisis sanitaria, han sido muchas las trabajadoras que han recibido advertencias, que han sido sancionadas con días de empleo y sueldo, e incluso que han sido objeto de despidos disciplinarios «por baixa de rendemento voluntaria». 

Esas medidas disciplinarias se aplican, según la CIG, de forma inhumana, llamando a las trabajadoras a los despachos y entregándole unas notificaciones en las que ellas, ahora, «fan constar un non conforme, pero ao principio moitas non o fixeron» por desconocimiento «ou simplemente porque non querían líos; ao fin e ao cabo, elas van alá a traballar, son profesionais e ao principio quedaban descolocadas, porque normalmente son mulleres que estaban cobrando sempre o plus de produtividade», según explica Mar Vila, de la CIG.

La situación ha derivado en un surtido de demandas judiciales contra la empresa que hasta ahora —y ya van cuatro casos resueltos— han dado la razón siempre a las trabajadoras, «e ademais de forma contundente», revocando las sanciones «na súa totalidade por non ter cometido irregularidade ningunha». Con las primeras sentencias, y visto que aún quedan muchas otras por resolver, la dirección se avino a sentarse con los representantes de los trabajadores para, al menos, hablar de lo que está pasando en la fábrica, donde la situación se ha enrarecido hasta volverse casi irrespirable. Según el sindicato, la tensión y el estrés es tal que, en estos momentos, el 30 % de las trabajadoras están de baja médica. Sin embargo, en lugar de convocar esa mesa de diálogo, han continuado con las advertencias, las sanciones y las notificaciones.

En ese contexto, y ante el temor a una nueva oleada de despidos, la plantilla ha decidido iniciar movilizaciones para denunciar el mal uso que se le está dando a una herramienta que «en teoría ía ser boa» para todo lo contrario.