El compositor que encontró el carácter de Xelmírez en el sonido de una tuba

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

CATOIRA

CEDIDA

José Luis Represas firma un poema sinfónico sobre la figura del arzobispo que fue estrenado hace unos días en Catoira ante un auditorio lleno

24 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Represas es músico y compositor; una de esas personas capaces de describir paisajes y contar historias utilizando notas musicales que se combinan hasta el infinito. Uno de sus últimos trabajos es un poema sinfónico centrado en la figura del arzobispo Xelmírez, un personaje histórico «que siempre me ha atraído mucho»: político sagaz, caballero valeroso y amante de las artes que, en el siglo XII, marcó la historia de Santiago de Compostela y, por extensión, de toda Galicia. Esta obra, explica Represas, cierra una trilogía musical con la que ha querido recorrer aquellos momentos de nuestra historia que le resultan irresistiblemente atractivos. La primera pieza hablaba de los petroglifos de Campolameiro, la segunda del paso de los templarios por Cambre, y la tercera es la historia de Xelmírez, Santiago y las invasiones vikingas. Este último poema sinfónico lleva por título Xelmírez: imaxes no Castellum Honesti, y fue estrenado este fin de semana en el auditorio de Catoira. Para Represas fue un momento muy especial. «La música es un elemento muy potente que precisa de la colaboración humana. El trabajo de composición es solitario, pero no cobra sentido si no hay músicos que lo interpreten, si no hay instrumentos y si no hay público».

Asegura Represas que la pieza que ha compuesto sobre Xelmírez es «técnicamente muy difícil». Y pese a ello, la banda de Catoira, formada por músicos aficionados dirigidos por Xosé Luis Quintás ha realizado una magnífica interpretación. «Han hecho un esfuerzo muy grande, han demostrado una dedicación tremenda y el resultado ha sido excelente. A mí me encantó, y creo que al público también», señala el compositor.

Su poema sinfónico arranca con un amanecer en el Ulla y se cierra con un anochecer en el mismo lugar. Entre uno y otro momento, subimos a Xiabre para gozar de un paisaje eterno, vemos acercarse a las naves invasoras, sobrevivimos a una razzia vikinga... A lo largo de todas esas aventuras, la voz de Xelmírez llega al público clara, encarnada en el sonido de la tuba. «Decidí personalizarlo en ese instrumento porque me parece un instrumento maravilloso ya por su estética, y que además tiene una capacidad sonora muy grande. Me pareció la mejor opción para reflejar la personalidad y la presencia de Xelmírez, llena de poder y, por tanto, capaz de infundir temor».

El poema sinfónico sobre el arzobispo se interpretará en Valencia, en Madrid y en Santiago, según explicó su autor, quien el pasado fin de semana también vio como se interpretaba en Compostela otra composición suya, encargada por la Academia das Artes y centrada en la figura de Laxeiro; está preparando ya, a petición también de esta academia, una pieza sobre Martín Códax.

No es el único proyecto que tiene entre manos, o resonando en su cabeza. Según explica Represas, ahora que ha terminado su trilogía histórica, está pensando en iniciar otra que gire en torno a los grandes puentes existentes en Galicia, unas infraestructuras que han llamado su atención y despertado su espíritu musical.

 ¿Pero cómo se convierte un puente en sonido? Represas sonríe al otro lado del teléfono. «La música no habla, ni cuenta... Evoca. Para dejar constancia de la realidad de Rande, por ejemplo, hay que evocar la grandeza, el paisaje que había antes, del que hay después, del vértigo...». Rande es solo uno de los tres puentes que va a cruzar. Los otros dos los conocemos bien en Arousa: el puente interprovincial de Catoira y el que conduce a A Illa.