Palmas y ramos volvieron a las calles

m. a. / c. b. / j. b. REDACCIÓN / LA VOZ

AROUSA

En Pontevedra no hubo procesión, pero sí en varias localidades de O Salnés y Deza y Tabeirós

10 abr 2022 . Actualizado a las 21:00 h.

Hace tres años que las celebraciones de Semana Santa quedaron congeladas. La crisis del coronavirus obligó a suspender misas y procesiones en todas las parroquias y los festejos religiosos, tan populares y concurridos en estas fechas, quedaron en un segundo plano. Pero ahora que parece que todo ha vuelto a la normalidad, buena parte de las parroquias decidieron este año recuperar sus tradiciones. Los ramos y las palmas volvieron a tomar las calles en casi toda la provincia, aunque en algunas ciudades, como Pontevedra, optaron por la prudencia y no sacaron la procesión. Sí salió esta en Cambados y en Paradela, donde los vecinos recuperarán todas sus representaciones teatrales. También, en A Estrada y en el santuario de O Corpiño.

La junta coordinadora de cofradías de Pontevedra prefirió optar por la prudencia ante el covid, teniendo en cuenta que la conocida como procesión de la borriquita propicia la aglomeración de muchísimas personas en el entorno de A Ferrería, y no la celebró. En lugar de esa tradición, lo que hubo fueron bendiciones de ramos y palmas en cada parroquia. Fue, coincidiendo con las misas, en San Francisco, San José, Santa María, Santiago Peregrino de O Burgo, Virgen del Camino y Buen Pastor de Monte Porreiro. El buen tiempo y la retirada de las restricciones covid llenó las terrazas desde el mediodía, con un incesante ir y venir de personas, muchas portando ramas de olivo y palmas ya bendecidas. La borriquita se pudo ver, como sucede el resto del año, en la parroquia de San José.

 

En Cambados, en cambio, la procesión partió de la plaza de Fefiñáns después de que un emocionado párroco bendijera las palmas y ramos que portaban los feligreses que llenaban el recinto. La borriquita recorrió las principales calles de la localidad hasta llegar a la iglesia parroquial, donde se celebró la tradicional misa. Y solo media hora después, el Jesús de Paradela, en Meis, se subía a lomos de un burro para hacer su entrada triunfal en el recinto de la fiesta. Lo hizo acompañado de decenas de vecinos, que no quisieron perderse la que será la primera recreación de esta nueva Semana Santa. Porque en Meis volverán a representar este año todas y cada una de las etapas de la pasión de Cristo.

También algunas localidades de la comarca de Deza y Tabeirós recuperaron estas celebraciones. Entre ellas, el santuario mariano de O Corpiño, en Santa Baia de Losón (Lalín), donde numerosos fieles asistieron a la procesión de la borriquita y la bendición de los ramos, en una jornada donde el buen tiempo acompañó. Lo mismo ocurría en A Estrada, donde un niño montado en un burro escenificaba la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En la plaza da Farola de esta localidad hubo la tradicional bendición de ramos, al igual que en muchos templos de la zona.