El actor coprotagoniza «Eles transportan a morte», estrenada en La Mostra, y con premio
11 sep 2021 . Actualizado a las 12:30 h.Valentín Estévez empezó en el mundo del cine de forma tardía y por casualidad, a los 34 años, y a los 37 ya posa en el fotocol del Festival de Venencia. Lo hizo con motivo del estreno de Eles transportan a morte, una película que compite en la sección de La Semana Internacional de la Crítica donde recibió el premio a la contribución técnica y tuvo un buen recibimiento por parte de la prensa especializada. En los créditos todavía figura con el nombre que lleva en el DNI -la película se rodó en 2020-, pero en los trabajos que vinieron después y que vendrán en el futuro lo hará ya como el Flako Estévez, que es su nombre artístico.
Lo de flaco le viene en la percha; la k se la incorporó él, y con ella espera seguir subiendo peldaños en el mundo de la interpretación. Poder verse en la pantalla de un festival como el de Venecia es un sueño hecho realidad. «Cando marchamos non nos críamos que iamos a Venencia; cando viñemos de volta, non nos criamos que estiveramos alí», comentaba ayer a las tres de la tarde desde Vigo, a la espera de subirse al coche para trasladarse a su casa en Cambados.
La agenda oficial, entre pases y presentaciones, no le dejó mucho tiempo para hacer turismo, pero lo que pudo ver desde el puente de Rialto le gustó tanto que espera poder volver algún día. Quién sabe, quizás regrese pisando la alfombra roja del Lido reservada para los grandes de la industria. Estévez estuvo cerca de Almodóvar, Penélope y demás estrellas del cine, pero no pudo acercarse lo suficiente. La prioritario era promocionar su película, en la que interpreta a Telmo, un tripulante de la expedición que emprendió Cristóbal Colón en 1492 en su camino hacia el Nuevo Mundo.
En aquellos tiempos, los condenados a muerte estaban obligados a embarcarse si querían librarse del fatal desenlace, pero Telmo y sus dos compañeros de viaje se niegan a cumplir esta pena y se lanzan al mar en busca de una oportunidad. Su peripecia como náufragos y la de tres mujeres que esperan en tierra recrea un episodio histórico que bebe de la realidad y de la ficción, rodado entre las islas Canarias y Galicia.
Esta vez, Estévez no es el malo. Siempre lo habían llamado para personajes turbios relacionados con el mundo de la delincuencia (un narcotraficante, un secuestrador, un psicópata...), pero se ve que Samuel M. Delgado y Helena Girón -los directores de la película- vieron algo en el Flako más allá de su físico adusto. El Telmo de Eles transportan a morte también es un tipo duro, pero acaba redimiéndose y mostrando una faceta inesperada. «Este papel serviume para facer un cambio de rexistro brutal», explica.
Su aspiración es que esta película le ayude a abrir más puertas y, entre trabajo y trabajo -acaba de rodar El precio de dos vidas y tiene otra película en su agenda- el Flako sigue formándose en el estudio La Tuerka Films de A Coruña y saboreando este éxito junto a sus compañeros de reparto: David Pantaleón, Xoán Reices, Nuria Lestegás, Sara Ferro y Josefa Míguez. Esta última, la veterana del equipo, fue la única que no pudo estar en la Mostra de Venecia. Los demás están pensando ya en la cita de la semana próxima en el Festival de San Sebastián, y, a final de mes, quizás puedan presentar la película en Ourense, donde no harán falta subtítulos porque está rodada en gallego y en castellano.