«Para mí que a B. B. King le pegué las escalas morunas»

AROUSA

MONICA IRAGO

El gitano eléctrico encabeza Vilablues con un espectáculo inspirado en los más grandes, desde B. B. King y Hendrix a Camarón

13 jul 2018 . Actualizado a las 11:48 h.

Con este hombre, el festival Vilablues, que desde hace dos veranos convierte Vilagarcía de Arousa en un pantano de Luisiana, un garito de Memphis o, por qué no, una esquina de Las 3.000 Viviendas, el barrio sevillano del que salió a guitarrazos, se hace un poco más grande. Habrá otros puntazos en estos tres días de música negra que se comen capital arousana. Las voces de Peaches Staten y Leon Beal, desde Chicago, o el saxo legendario de Sax Gordon, procedente de Detroit. Pero Raimundo Amador, gitano hasta la médula, navegante entre músicas, se lleva la palma. Un tipo con el que da gusto hablar de cualquier cosa. El fundador de Pata Negra coge el teléfono en el umbral de su ensayo. Esta noche actuará, pasada la medianoche, en la plaza de la Segunda República, tras The Soul Jackets

-Raimundo, vais a tocar en Vilagarcía un viernes 13.

-Me mola, me mola. Lo que no estaría bien sería en martes y 13. Para mí es un número favorito. Yo no compro lotería, pero si veo el 13 en algún lado, me quedo con el décimo.

-Tengo entendido que tu espectáculo, Gipsy Flamenco Blues, es un homenaje a B. B. King.

-Sí, es un homenaje a B. B. King, pero también a Camarón, a Paco [de Lucía], a toda la gente que admiro. Siempre hacemos una versión de Stevie Wonder, un blues menor al que le caen muy bien las escalas flamencas. Y lo cantaré con las letras traducidas al español. Queda muy bien. De B. B. King se me pegaron muchas cosas, pero creo que a él también.

-¿Cómo es eso?

-Cuando mi hijo Mundi era pequeño me dijo un día: «Papá, ¿has visto lo que hace? ¡Está haciendo escalas morunas!». Los bluesmen nunca han utilizado ese rollo. Pero él sí. Para mí que esas escalas se las pegué yo, yo soy muy moruno tocando. Y de B. B. King he cogido muchas cosas antes de tocar con él. La primera vez que lo escuché debía de tener catorce o quince años. Estábamos en un cuatro latas, con Kiko Veneno y los amigos. Me impactó, me quedé pasmao.

-Un tipo enrollado.

-Muchísimo. La última vez que lo vi fue en Peñíscola. Yo estaba preparado, pero se le olvidó sacarme. Lo que no se le olvidó fue darle los dólares a los niños. Me dice: «¿Cuántos niños tienes?». Y yo le digo que nada, que no les diese nada [Raimundo, ahí donde lo veis, tiene doce nietos]. Es lo que hacemos también los gitanos, darles a los niños. Tenemos muchas cosas en común los negros y los gitanos. Nos va el oro, el colorao, hemos pasado muchas cosas... Pues va el colega y habla con mi mujer y le da para los chavales. He conocido a mucha gente, pero como él, Camarón y Paco, como estos, nada.

-Has colaborado con Björk. ¿Igual es lo más raro que has hecho?

-Los que somos raros somos nosotros. Qué va. Una tía de puta madre si la tienes de amiga, un escándalo. Canta jazz, flamenco, no he visto cosa igual en la vida. Controla. Controla mucho.

-Oye, ¿y para cuándo algo con un gaiteiro? No sé, tipo Carlos Núñez...

-No me han llamado, pero estamos a tiempo, ¿eh? Me parece un gaiteiro valiente.

-Esta tenía que hacerla. ¿Qué le da gustito a las orejas de Raimundo?

-Muchas cosas, pero sigo escuchando a Hendrix, a Mile Davis, a Led Zeppelin, la música de mi época.

El festival es del 3 al 15 de julio en Vilagarcía de Arousa y es gratuito.