Los contratos de trabajo asoman por primera vez entre los pobres

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Loli fue una de las preceptoras del Risga que fue contratada por el Concello de Vilagarcía.
Loli fue una de las preceptoras del Risga que fue contratada por el Concello de Vilagarcía. m. miser< / span>

Perceptores del Risga y sintecho logran empleo, aunque solo temporal

28 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los brotes verdes de Mariano Rajoy parece que empiezan a ser algo más que una entelequia o un deseo compartido entre el presidente del Gobierno y todos los españoles que están deseando que de una vez por toda se le dé carpetazo a la crisis. Y no porque las grandes cifras empiecen a dar sus frutos, que en eso es en lo que se fija la macroeconomía, sino porque también a pie de calle se empieza a notar una tímida recuperación. Muy tímida, eso sí.

Basta con salir a la calle estas Navidades para comprobar que el consumo se empieza a animar y que los clientes se atreven de nuevo a hacer gasto. Pero no solo eso; incluso en las capas más desfavorecidas de la población, aquellos que llevan años dependiendo de las ayudas sociales y de las oenegés para sobrevivir, la situación se ve un poco más relajada. Lo dicen quienes llevan años atendiéndolos, pero lo dicen con cautela. Porque si bien es cierto que tanto en Cáritas Interparroquial de Arousa como en la fundación Amigos de Galicia reconocen que algunos de sus usuarios están encontrando trabajo, también advierten de que son empleos temporales y se temen que pasado diciembre y el espejismo de la Navidad, todo vuelva a ser como antes.

Pero de entrada, ese es el dato. Hay una treintena de personas que hace tan solo unos días no percibían ni un solo euro y que ahora están trabajando. Son, por ejemplo, los veinte perceptores del Risga que fueron contratados en el Concello de Vilagarcía a través de un plan de inserción laboral de la Xunta, pero también cuatro residentes en la casa de acogida que tiene Cáritas en San Cibrán y que han encontrado empleo en el campo. «Uno se fue a Sarria para trabajar en una explotación agrícola, y otro está en Sevilla. Hace poco también encontró trabajo uno en una panadería», reconocía hace unos días Francisco Fernández, el director de la entidad. Esos empleos les permiten a esas personas recuperar una autonomía que llevaban tiempo sin disfrutar, lo que les obligó a buscar un refugio en la casa de acogida.

Campaña navideña

También en Amigos de Galicia tienen usuarios que el próximo mes no van a necesitar con tanta urgencia los paquetes de comida para alimentar a sus hijos. Como en el caso anterior, en las últimas semanas han encontrado trabajo cinco usuarios de la entidad, dos en conserveras de la zona y otros tres en la campaña navideña, en comercios que refuerzan su personal para las ventas de Navidad ya sea para la atención al público o para el empaquetado de regalos. «Son contratos temporales y de muy corta duración -reconocen en la entidad_; pero algunos es la primera vez que encuentran un trabajo en mucho tiempo, y eso les anima.

No es para echar las campanas al vuelo, pero a pie de calle, es un dato más fiable que el de la macroeconomía.