Fajardo no impugnará las cuentas aunque sus alegaciones postales fueron enviadas en tiempo y forma

La Voz

AROUSA

27 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

No por verse políticamente solo ante sus propios compañeros se quedó el alcalde cayado. Muy al contrario, Fole arremetió contra la oposición en dos discursos sucesivos, empleando diez minutos en la segunda de sus intervenciones. Para el político conservador, el único objetivo de PSOE, BNG y EU consistía en «torpedear la entrada en vigor de los presupuestos». Y así, reprochó a Fajardo que hubiese remitido sus alegaciones el martes, día 24, desde una oficina de Correos de Santiago. «La próxima vez lo hará desde Groenlandia o Australia para retrasarlas», aventuró el regidor. Minutos después de finalizado el peculiar pleno, el propio portavoz de EU explicó que su objetivo consistía en «demostrarlle a Fole que forzar os mecanismos legais con mala fe non leva a ningunha parte». En puridad, su formación podría ahora impugnar los presupuestos, puesto que sus propuestas fueron ignoradas pese a ser presentadas en tiempo y forma por vía postal. Sin embargo, no lo hará. «Non queremos condicionar ao vindeiro alcalde ou alcaldesa, que será quen deba xestionalos», zanjó.

Lo que queda del mandato

Las cuentas entrarán, pues, en vigor el 2 de enero al igual que la revisión de las tasas, cuyo plazo de alegaciones finalizó sin propuestas alternativas. Para Fole es un ejemplo del «cambio en la gestión encaminada a interesarse por el interés general», que atribuye a su gobierno frente a los «presupuestos inflados e ilegales», de períodos anteriores. «Prefiero acabar el mandato de esta forma», dijo, a riesgo de incumplir los plazos. Y concluyó asegurando ser presa de un «sentimiento de tristeza» no sin antes llamar «caradura» a Fajardo por pretender recortar en 70.000 euros el gasto de los órganos de gobierno «cuando cada mes tiene en el bolsillo 5.000 euros».

Socialistas, nacionalistas y esquerdistas ven, sin embargo, una última intención tras la maniobra del primer edil: evitar verse obligado a denegar la recalificación de la vieja fábrica de Lantero y escuchar una vez más a la plantilla demandándoselo en el pleno.